viernes, 13 de marzo de 2020

el virus (3) - algunas lecciones a considerar

Estos días están marcados por las noticias alrededor del COVID-19. Escuchamos de prohibiciones de reuniones públicas, de museos y teatros cerrados, aun iglesias deben suspender sus servicios - todo con el propósito de limitar el impacto de un virus. Estamos aprendiendo a lavarnos las manos frecuentemente y a no toserle a alguien en la cara - creo que esas recomendaciones básicas son siempre muy útiles y deberían ser siempre parte de nuestro comportamiento. Nuestro comportamiento social también se ve afectado de alguna manera. Se ve gente asustada por todo lado - esta es posiblemente la pandemia más peligrosa -, las economías en crisis, la diaria rutina cambiada, agendas cambiadas. Todo esto y mucho más es parte de lo que se vive por estos días en el mundo. No me puedo imaginar qué puede pasar si en un futuro un virus más agresivo amenaza al mundo.

Ahora, ¿Cómo debemos nosotros los cristianos responder a tal crisis? La respuesta parece fácil: 'Con fe y no con temor'. Bueno, eso es fácil decir y a veces difícil de hacer. Sin embargo, la Verdad es la verdad. Jesús lo dice con toda claridad: "No se preocupen" - "Tengan fe" (Mt.6:25,30). Jesús también nos dice "No teman" (Lc.12:4,7). Claro, eso solo lo podemos hacer si conocemos a Jesús como el Señor de la vida, el gran YO SOY. Y separados de Él nada podemos hacer. Permanecer en Él es la clave (Jn.5:19 / Jn.15).

Son estos los tiempos que se prestan muy bien para hacernos las preguntas de fondo. Por lo menos nos debemos preguntar: 'Señor, ¿que ME quieres enseñar en estos tiempos?'

Una lección que quiero considerar y resaltar es la siguiente. Ya han habido momentos que, si pusimos atención, nos dejaban entrever que los sistemas de este mundo, aun la vida misma, son frágiles e inestables. Esta crisis nos lo está recordando una vez más, somos débiles y fáciles de quebrar - más de lo que a veces queremos admitir. El salmista nos recuerda: "Nuestros días sobre la tierra son como la hierba; igual que las flores silvestres, florecemos y morimos. El viento sopla, y desaparecemos como si nunca hubiéramos estado aquí" (Sal.103:15-16) NTV. Pero aquí no debe terminar todo. En los salmos encontramos un llamado que viene muy bien al caso: "Enséñanos a entender la brevedad de la vida, para que crezcamos en sabiduría" (Sal.90:12) NTV.

Así que hagamos bien las cuentas y construyamos con sabiduría nuestra vida. Tomemos en serio el llamado del apóstol Pablo: "Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos. No actúen sin pensar, más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan" (Ef.5:16-17) NTV.

Otras lecciones que estimo importantes tienen relación con la pregunta: "¿Cómo puedo yo aportar alguna ayuda de valor ante semejante situación?" "¿Puedo como individuo hacer algo que valga la pena y que traiga un cambio?"
  • Primero es importante recordar que como cristianos no debemos desmayar en tiempos de crisis. Que no nos encuentren en el lugar equivocado porque nos dejamos manejar por el temor y el pánico. El libro de Proverbios nos enseña diciendo: "Si en el día de la aflicción te desanimas, muy limitada es tu fortaleza" (Prov.24:10) NVI. En estos tiempos el mundo necesita gente bien plantada y fuerte en el Señor (Jos.1:8-9). Busquemos andar en la llenura del Espíritu Santo (Ef.5:7-20).
  • Claro, las recomendaciones de higiene y de comportamiento es un punto importante en el proceso. Y el seguir las recomendaciones de los entes gubernamentales debe ser algo que acatamos naturalmente. Nosotros apoyamos a las autoridades que están buscando el bien del pueblo (Rom.13).
  • Además, como cristianos estamos llamados a servir y ayudar según nuestras posibilidades. Jesús vino a este mundo contaminado y le sirvió con humildad y sacrificio (Lv.13:45 / Lc.5:12 / Mr.1:40-45 / Mt.20:28 / Sal.37:3 / 1Pe.3:17). Leemos en los libros de historia como los cristianos en medio de situaciones complejas y de crisis, en medio de pestes, plagas y pandemias estuvieron dispuestos a servir y ayudar. Ellos entendían que la vida es Cristo y morir es ganancia (Filp.1:21). Este es el tiempo para demostrar nuestra fe y nuestro amor. Este no es el tiempo para solo pensar en cómo nos salvamos a nosotros mismos. En estos tiempos muchos andan con temor, son aislados y excluidos de la comunidad - seamos sensibles.
  • En vez de dejarnos llevar por el temor y el pánico debemos seguir el llamado de Jesús quien nos llama a orar y a creerle a Él en todo tiempo (Mt.6:33-34 / Mt.7:7-11 / Lc.18:1,7 / 1Sam.30:6 / Sal.34:5-7 / Sal.55:17,22 / Ef.6:18 / Col.4:2 / 1Tes.5:17-18 / 1Pe.4:7 / Jud.1:20-21). El apóstol Pablo dice: "No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús" (Filp.4:6-7)NTV.
  • Seamos portadores de esperanza predicando el Evangelio de Jesucristo para así atacar al virus más mortal existente en el mundo. El virus mortal que no solo quita la vida física sino la vida eterna tiene un nombre: PECADO. Cristo vino a un mundo infectado por este 'virus mortal', vivió entre nosotros, sanó a los enfermos, liberó a los endemoniados y predicó las Buenas Noticias del Reino de Dios (Lc.4:18-19). Jesús murió en aquella CRUZ para darle a este mundo esperanza y una salida a la situación desesperante. Jesús provee la medicina que cura el mal de la muerte eterna: "Jesús le dijo: -Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto. Todo el que vive en mí y cree en mí jamás morirá" (Jn.11:25-26) NTV. APROVECHEMOS toda oportunidad para estar enfocados en compartir el Evangelio y ver una gran cosecha siendo recogida, y que Dios sea glorificado.

ASIMILANDO (2 Timoteo 3:16-17)


[1] ¿Qué lecciones aprendió durante este estudio? Anote máximo tres lecciones aprendidas. ¿Qué escuchó que Dios le impresionaba, hablaba durante esta sesión?

[2] ¿Qué pasos va a tomar para ejecutar lo aprendido? Sea específico. ¿Cómo y cuándo va a comenzar con la aplicación de las lecciones en su vida y ministerio? ¿A quién le va a rendir cuentas acerca del proceso de ejecución de las lecciones?

[3] ¿Cuáles desafíos cree usted que va a enfrentar en la aplicación de las lecciones en su vida y ministerio? ¿Qué cosas ve usted como favorables para la aplicación de las lecciones?

[4] ¿Con quién va a compartir lo aprendido en esta lección? ¿Cuándo le compartirá?

[5] Anote a continuación una petición de oración relacionada con la sesión y la lección. Comparta con otros su petición y permita que ellos oren con usted.

No hay comentarios:

Publicar un comentario