sábado, 9 de febrero de 2013

ESTHER DAVILA - una historia de pasión, entrega y fidelidad

En mis viajes a NICARAGUA he oido a los líderes de la iglesia hablar de Esther Davila. Una mujer que sirvió a Dios. A través de su ministerio y servicio en Nicaragua se fundaron unas 17 iglesias Cuadrangulares. Una mujer totalmente sencilla, pero con pasión por Dios y por la gente perdida. Ella es un ejemplo de una persona común y corriente que creyendo en el DIOS GRANDE y dejandose usar por Dios hizo grandes proezas. 

Como sea... recomiendo que lea todo el artículo que escribieron Serafin y Alva Contreras sobre esta mujer. Esther Davila defintivamente nos reta a ser fieles a Dios, nos reta a dejar de quejarnos, y nos reta a hacer el ministerio al estilo de Jesús. Necesitamos hoy día más mujeres y hombres con esa pasión....

Esther... Mujer de Fibra y Alma | liderazgo | - Recursos Cristianos Gratis en Internet


viernes, 8 de febrero de 2013

El servidor de Cristo debe ser un adorador


¡Vete, Satanás! - le dijo Jesús-. Porque escrito está: “Adora al Señor tu Dios y sírvele solamente a él (Mt.4:10).
Nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas’ (Mt.6:24)

(Mt.4:10 / Jos.24:15 / Jos.24:19-20 / 1Sam.7:3 / 2Re.17:41 / Ez.20:39 / Gal.1:10 / Dt.6:13-14)

Cuando estudiamos la vida de nuestro Señor Jesús nos damos cuenta que Él como líder y servidor ejemplar nunca se sirvió a sí mismo. Jesús sirvió a una misión que le fue dada por su Padre. Su misión personal era hacer la voluntad de Su Padre y agradarle solamente a Él (Jn.6:38 / Sal.40:8 / Jn.4:34 / Jn.8:29 / Jn.9:4). Sobre todas las cosas Jesús quería agradarle a Dios y en ningún momento iba a ceder a las ofertas del diablo para que a través de una adoración falsa obtuviera algo para sí mismo. Jesús más bien nos advierte y nos dice que nos debemos cuidar de no seguir el deseo de servir a Dios y al dinero (Mt.6:33). El diablo constantemente está tratando de desviar la atención de los humanos hacia él y para que le sirvamos al mundo y a los deseos que nos alejan de Dios. Si nos dejamos desviar de la total entrega a Dios nuestro servicio a Dios será destruido (1Tim.1:18-20 / 1Tes.1:9 / 1Sam.15:23 / 1Cor.10:14). El llamado de Dios es a servirle solamente a Dios (Mt.4:10).