viernes, 13 de marzo de 2020

el virus (2) - manejando las preocupaciones

„Preocuparse es llevar la carga de mañana con la fuerza de hoy - llevar dos días a la vez. Es adentrarse al mañana antes de tiempo. Preocuparse no libera el mañana de su tristeza sino que le quita su fuerza al día de hoy" (Corrie Ten Boom)

"Por eso les digo que no se PREOCUPEN por la vida diaria, si tendrán suficiente alimento y bebida, o suficiente ropa para vestirse. ¿Acaso no es la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? Miren los pájaros. No plantan ni cosechan ni guardan comida en graneros, porque el Padre celestial los alimenta. ¿Y no son ustedes para él mucho más valiosos que ellos? ¿Acaso con todas sus PREOCUPACIONES pueden añadir un solo momento a su vida? »¿Y por qué PREOCUPARSE por la ropa? Miren cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni cosen su ropa; sin embargo, ni Salomón con toda su gloria se vistió tan hermoso como ellos. Y, si Dios cuida de manera tan maravillosa a las flores silvestres que hoy están y mañana se echan al fuego, tengan por seguro que cuidará de ustedes. ¿Por qué tienen tan poca fe? »Así que no se PREOCUPEN por todo eso diciendo: “¿Qué comeremos?, ¿qué beberemos?, ¿qué ropa nos pondremos?” Esas cosas dominan el pensamiento de los incrédulos, pero su Padre celestial ya conoce todas sus necesidades. Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesiten. »Así que no se PREOCUPEN por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias PREOCUPACIONES. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy" (Mt.6:25-34) NTV

Es obvio que los afanes y las preocupaciones tienen efectos dañinos y de gran alcance en nuestra vida. Afanes dirigen nuestra mirada hacia aquello que no podemos controlar, pueden minar nuestra fe y afectar nuestra salud mental, emocional y física. El gozo y la esperanza se evaporan como la neblina cuando sale el sol.

En la cita arriba anotada nos damos cuenta que Jesús muy bien conoce una de nuestras debilidades y cómo ésta nos desenfoca y hace daño. La palabra afán o preocupación aparece varias veces en este texto. Estoy seguro que todos podemos hacer nuestra lista personal de las cosas que nos afanan a diario como son: la salud, las finanzas, las relaciones, el trabajo, el futuro, etc.

En tiempos de crisis de repente nos damos cuenta que no tenemos todo bajo control - entonces nos afanamos, nos estresamos sobremanera, entramos en pánico. Hoy día, como nunca antes, podemos controlar muchas cosas en la vida. Sin embargo, al vivir un tiempo como el que estamos viviendo con el COVID-19 es obvio que tenemos que aprender una cosa, si es que no la aprendimos en otros momentos: no podemos controlar todo en la vida y en el mundo. Aunque gobiernos y la gente está haciendo mucho por minimizar el impacto de semejante situación, la realidad es que humanamente hablando no tenemos siempre el control.

Solo nos queda una cosa: tomar en serio lo que Jesús nos dice en este texto: "NO SE PREOCUPEN". Además, tenga en cuenta: Dios es el Dios proveedor y quien tiene el mañana en Sus manos - el SÍ tiene el control y determina los días que vamos a pasar en esta tierra. NUESTRA PREOCUPACIÓN debe ser, por encima de todo, el estar alineados con Dios y Sus planes y propósitos, debemos preocuparnos por vivir una vida que le glorifica. Volvamos a Dios y confiemos en Él.
(Recomiendo volver a leer lentamente el texto bíblico arriba anotado y hacer de él la base para sus oraciones).

"La preocupación es como una mecedora: te mantiene en movimiento pero no te lleva a ninguna parte" (Corrie Ten Boom).

"No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús" (Filipenses 4:6‭-‬7) NVI

ASIMILANDO (2 Timoteo 3:16-17)

[1] ¿Qué lecciones aprendió durante este estudio? Anote máximo tres lecciones aprendidas. ¿Qué escuchó que Dios le impresionaba, hablaba durante esta sesión?

[2] ¿Qué pasos va a tomar para ejecutar lo aprendido? Sea específico. ¿Cómo y cuándo va a comenzar con la aplicación de las lecciones en su vida y ministerio? ¿A quién le va a rendir cuentas acerca del proceso de ejecución de las lecciones?

[3] ¿Cuáles desafíos cree usted que va a enfrentar en la aplicación de las lecciones en su vida y ministerio? ¿Qué cosas ve usted como favorables para la aplicación de las lecciones?

[4] ¿Con quién va a compartir lo aprendido en esta lección? ¿Cuándo le compartirá?

[5] Anote a continuación una petición de oración relacionada con la sesión y la lección. Comparta con otros su petición y permita que ellos oren con usted.

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