lunes, 28 de noviembre de 2016

Recordar, Contar, Alabar

"Bendice, alma mía, al SEÑOR, Y bendiga todo mi ser Su santo nombre. Bendice, alma mía, al SEÑOR, Y no olvides ninguno de Sus beneficios" (Sal.103:1-2) NBLH

"Daré gracias al SEÑOR con todo mi corazón; Todas Tus maravillas contaré. En Ti me alegraré y me regocijaré; Cantaré alabanzas a Tu nombre, oh Altísimo" (Sal.9:1-2) NBLH

Como seguidores de Jesucristo tenemos el gran privilegio de experimentar a lo largo de nuestro caminar de la mano de Dios un sinnúmero de bendiciones. Sin embargo, es verdad que a pesar de todo lo bueno vivido somos personas que fácilmente olvidamos las cosas buenas y lo que Dios ha hecho - y nos tornamos en gente ingrata y frustrada. Definitivamente requerimos del llamado a recordar lo que Dios ha hecho en, para y con nosotros. Tenemos que parar y hacer una lista de las bendiciones recibidas. Ahora, no se trata de recordar solamente los hechos y las bendiciones. Se trata de recordar a aquel quien es la fuente de vida. En medio de cualquier bendición el centro debe seguir siendo el dador de la vida y de las bendiciones. Y a Él debe dirigirse toda gratitud, alabanza y adoración.
Al 'no olvidar ninguno de Sus beneficios' (Sal.103:2) nos ayuda a mantener un corazón enfocado en lo trascendental, temeroso de Dios, agradecido y lleno de adoración a Dios. Consideremos algunas de las bendiciones:

  • No hay nada más grande en la vida que el REGALO DE LA SALVACIÓN en Cristo. Nosotros nunca podemos hacer lo suficiente para salvarnos a nosotros mismos. Cristo murió por amor a los seres humanos y por ver una humanidad perdida y alejada de Dios siendo reconciliada con su Creador (Jn.3:16 / Ef.2:1-10). Esta es la verdad que recordamos cada vez que celebramos la Santa Cena (1Cor.11:24-25).
  • Otra de las grandes verdades tiene que ver con el AMOR INCONDICIONAL DE DIOS. En medio de nuestras tormentas, y aunque no siempre andemos por los caminos que agradan a Dios, El nos asegura Su amor - Él siempre mantiene Su mano estrechada hacia nosotros (1Jn.4:9-10,16 / 1Jn.3:16 / Sal.31:19 / 1Cor.2:9 / Malq.1:2 / Dt.7:6-8). Nada nos puede separar del amor de Dios, tampoco las circunstancias ni los momentos difíciles en la vida, nada; aunque es en medio de estas cosas que dudamos del amor de Dios (Rom.8:28-39).
  • Algo que no reconocemos siempre como una bendición, pero que sí lo es, son los MOMENTOS DE PRUEBA. Aquellos que nos llaman la atención y que nos motivan a buscar a Dios y a volvernos a Él (Dt.8:1-8 / Stg.1:3 / 1Pe.1.7 / Hebr.12:5-8). Dios tiene un plan para nuestra vida, un PLAN PERSONALIZADO para cada uno de nosotros y no quiere que lo fallemos (Ef.2:10 / Is.48:17 / Sal.32:8).
  • Nuestro Dios, el Creador del cielo y de la tierra es DIOS PROVEEDOR, sustentador, guía, poderoso ayudador, consejero, etc. Sea que reconozcamos conscientemente o no su intervención, sea que lo experimentado sea una respuesta a nuestras oraciones o no, la verdad es: Dios nos bendice con la vida, con provisión, con protección, con oraciones respondidas, con sanidades, dándonos paz, etc., etc. (Dt.8:10-14 / Dt.32:18 / Lc.17:15-18). Y muchas de estas bendiciones también las experimentan aquellos que no preguntan por Él (Mt.5:45) - las bondades de Dios nos deberían llevar a todos a buscar a Dios (Rom.2:4 / Sal.130:3-4 / Lc.19:5-8 / 2Re.5:14-17).

Señor, no me quedaré callado, siempre de daré gracias. Gracias por Tu amor inagotable y por Tú bondad. Te adoraré con profunda reverencia. Tú eres mi fortaleza, mi escudo y mi ayudador; confío en Ti de todo corazón. Entiendo que darte gracias es un sacrificio que Te honra; por eso me acerco a Ti con gratitud y alabanzas a Tú nombre. Gracias porque estas cerca. Tú fidelidad perdura para siempre. Gracias por darme la vida, por contestar mis oraciones y por darme victoria.

"Así que ofrezcamos continuamente a Dios, por medio de Jesucristo, un sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de los labios que confiesan su nombre" (Hebr.13:15) NVI

jueves, 24 de noviembre de 2016

Día de Acción de Gracias

CONFESIÓN, AGRADECIMIENTO, APRENDIENDO:
Hoy día los Americanos celebran lo que considero una de las fechas anuales más importantes para ellos: THANKSGIVING o el Día de Acción de Gracias. Y aunque podemos considerar esta fecha una fecha típica americana, una fecha en la que más de uno come más de la cuenta :-), la realidad es que todos somos llamados a ser agradecidos - aunque no tengamos un tal día en el calendario. El agradecimiento tampoco debería limitarse a un solo día al año - esto creo que lo entendemos.
Se dice que el agradecido o el que da regularmente gracias es generalmente una persona más feliz que el resto que no lo hace - bueno, siendo verdaderamente agradecido.

martes, 8 de noviembre de 2016

MULTITUDES / COMPASIÓN / MISIÓN:

"Y cuando vio las multitudes, subió al monte; y después de sentarse, sus discípulos se acercaron a El. Y abriendo su boca, les enseñaba, diciendo:" (Mt.5:1-2) LBLA

En medio de toda su carrera Jesús veía las multitudes y no era indiferente frente a ellas. El las veía como ovejas sin pastor, personas necesitadas, gente sin dirección (Mt.9:36). Tanto en Mt.5:1-2 como en Mt.9:36 el vió las multitudes y fue movido a compasión, y además sabía que él solo, en su humanidad, nunca iba a poder alcanzar a todas las personas. El entendió la necesidad de apartarse para estar a solas con sus discípulos (Mt.5:1-2) y de prepararlos para hacer de ellos pescadores de hombres (Mt.4:19), discípulos que van a servir a las multitudes.
De estos versículos podemos aprender las siguientes lecciones, si es que nos interesa alcanzar a las multitudes:

ENTRENADOS / ENPODERADOS / ENVIADOS

"Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a guardar todo lo que os he mandado; y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo" (Mt.28:18-20) LBLA

El mandamiento de la Gran Comisión es para la iglesia como un cuerpo unido en Cristo, pero también es un llamado a cada discípulo personalmente. Este último mandamiento que Jesús le dio a sus discípulos es de gran envergadura, es un desafío y parece una tarea imposible. Si queremos cumplir esta tarea encomendada no podemos estar distraídos. Y si consideramos que sus discípulos fueron personas comunes y corrientes (Hch.4:13), entonces nos sorprende aun más que Jesús los envíe a alcanzar el mundo entero (Mt.28:18-20 / Hch.1:8).
¿Por qué cree Dios que podemos cumplir semejante tarea?

lunes, 7 de noviembre de 2016

PREDICACIÓN / CONVERSIÓN / DISCÍPULO

Una vez que los discípulos recibieron el poder del Espíritu Santo salieron a predicar y a anunciar las Buenas Noticias, y por donde iban hacían a otros seguidores del Maestro. El mandato de Cristo se resume en: debían salir y predicar el Evangelio y en hacer discípulos de Cristo en todas las naciones (Hch.1:8 / Mr.16:15-16), y hacer esto hasta el fin de los tiempos (Mt.24:14). El proclamar el Evangelio debe llevar finalmente mucho más allá que solo hacer convertidos, debe llevar a producir discípulos de Cristo - esto significa creyentes que reciben a Jesucristo como su Salvador y que obedecen/ponen en práctica todos los mandamientos que Jesús dio (Mt.28:18-20 / Mt.7:24-29). 

En este orden de ideas nos debemos preguntar: ¿Cómo se convierte una persona en un discípulo de Cristo? ¿Cuáles son los elementos claves para iniciar el caminar con Cristo?
En el libro de los Hechos notamos que los discípulos de Cristo aseguraban que cada persona que comenzaba su caminar con Cristo viviera los siguientes elementos iniciales de la vida cristiana:

[1]. Reconocer que no nos podemos rescatar a nosotros mismos ni podemos rescatar a nadie. La ayuda viene del cielo por medio de Jesucristo - necesitamos un Salvador (Jn.14:6 / Hch.4:12 / Jn.3:16 / 1Cor.6:20 / Ef.1:7 / Tit.2:14 / Hebr.9:12-14,23-24 / 1Pe.1:18-19 / Ef.2:1-10).

[2]. El pecador que quiere ser salvo debe arrepentirse de sus pecados y debe asirse del Salvador de su alma: Jesucristo. La fe en Jesucristo es la única condición que exige Dios del hombre para su salvación (Ef.2:8-10 / Mr.16:16 / Jn.3:14-18,36 / Jn.5:24 / Jn.6:27-29 / Jn.6:40 / Hch.16:31 / Rom.4:5,16 / Rom.10:9-10). 
  • La fe es una fe práctica, esto implica que lleva al arrepentimiento verdadero, es decir, apartarse del pecado y volver a Dios por medio de Jesús (Hch.17:30 / Hch.3:19 / Tit.2:11-12 / 2Cor.7:10 / Lc.15:11s / Prov.28:13). 
  • Significa creer y confiar firmemente en el Cristo crucificado y resucitado como Señor y Salvador personal y entregar todo su ser a Jesucristo (Hebr.10:22 / Hebr.4:16). 
  • Incluye obediencia a Jesucristo y a Su Palabra (Rom.1:5 / Hebr.5:8-9 / Mt.28:18-20).

[3]. La fe en Cristo se expresa exteriormente en el bautismo en agua. Con el bautismo el creyente se identifica con Cristo en su muerte y resurrección y a través del bautismo manifiesta el creyente que la muerte y la resurrección de Cristo son la base suficiente de su salvación; y además lleva al compromiso de obedecer todos los mandamientos de Cristo (Hch.2:37-38 / Hch.8:35-38).

[4]. Los discípulos de Cristo en el libro de los Hechos también aseguraban que todo nuevo creyente recibiera el bautismo con el Espíritu Santo tan pronto como fuera posible (Hch.8:12-16 / Hch.9:15-17 / Hch.10:44s / Hch.19:1s).