miércoles, 16 de mayo de 2018

El enfoque ministerial bíblico - la gente



“Jesús estaba enseñando en una de las sinagogas un día de reposo, y había allí una mujer que durante dieciocho años había tenido una enfermedad  causada por un espíritu; estaba encorvada, y de ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, has quedado libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella, y al instante se enderezó y glorificaba a Dios. Pero el oficial de la sinagoga, indignado porque Jesús había sanado en día de reposo,  reaccionó diciendo a la multitud: Hay seis días en los cuales se debe trabajar; venid, pues, en  esos días y sed sanados, y no en día de reposo. Entonces el Señor le respondió, y dijo: Hipócritas, ¿no desata cada uno de vosotros  su buey o su asno del pesebre en día de reposo y lo lleva a beber? Y ésta, que es hija de Abraham, a la que Satanás ha tenido atada durante dieciocho  largos años, ¿no debía ser libertada de esta ligadura en día de reposo? Y al decir El esto, todos sus adversarios se avergonzaban, pero toda la multitud se  regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por El. ”. (Lc.13:10-17) NTV.

Mt.6:19-20 / Mt.19:21 / Hebr.10:34 / Hebr.11:24-26 / Job 31:24 / Lc.12:21

Dios es quien nos ha elegido o seleccionado para ser Sus hijos y Sus servidores, Él es quien ha estado detrás de nosotros, Él es quien primero ha invertido en nosotros y nos llama a ser parte de la familia de Dios, pero también nos llama a ser parte del equipo que cumple con la gran comisión plasmada en Mt.28:18-20. 

Cuando Jesús llamó a Sus primeros discípulos les dijo que le siguieran porque Él iba a hacer de ellos pescadores de hombres (Mt.4:19 /  Mr.1:17 / Lc.5:10-11 / 1Cor.9:20-22). El plan de hacer de Sus discípulos personas que son pescadores de hombres radica en la visión de Dios y en su cumplimiento, la visión de poblar el  cielo con gente de toda nación, lengua y tribu que adora al único verdadero Dios (Apoc.5:8-14 /  Apoc.7:9-10 / Rom.11:25). 

La cita de Jn.15:16 nos dice que Jesús nos ha encargado que  vayamos y traigamos frutos duraderos. El encargo tiene como fin unos resultados con aspecto trascendental, frutos con valor eterno en contraposición a lo temporal y perecedero. Traer este  tipo de frutos es una marca de un verdadero discípulo de Cristo y, además, son éstos los frutos que dan gloria al Padre en el cielo (Jn.15:8). Claro que surge inmediatamente la pregunta: ¿cuáles  son los frutos que permanecen?

En uno de mis viajes a Guatemala estuve hospedado en la vieja capital Antigua que fue impactada  en 1976 por un terremoto. En un paseo por la ciudad observé una ruina de lo que fue en su  momento una iglesia grande y que fue destruida en aquel episodio trágico. En el pasado esta iglesia debió haber sido una construcción impresionante, pero ahora, después del terremoto, solo quedaban las ruinas de la misma. En esa vieja edificación, en su momento, se había invertido mucho dinero, esfuerzo y tiempo y después de semejante tragedia no quedó sino el recuerdo. No  quiero dar la impresión de que no se requiera de ciertas edificaciones para ciertos propósitos en la vida; sin embargo tenemos que admitir que hay cosas en la vida en las que invertimos esfuerzo, dinero y tiempo, que al final no representan frutos duraderos. Cuando perdemos el enfoque de lo que vale a largo plazo o de lo que es verdaderamente trascendental, entonces nos podemos hallar invirtiendo en el lugar equivocado y de un momento a otro perderlo todo. La iglesia tiene que  cuidarse de no invertir en el lugar y en las cosas equivocadas, en cosas que no representan, a la  luz de la eternidad, frutos duraderos.

EL EJEMPLO DE JESÚS:

El ejemplo de Jesús en Su ministerio. El preparó a Sus discípulos para ser pescadores de hombres y no constructores de monumentos y mucho menos monumentos para sí mismos (Mr.3:14-15 / Mt.4:19 / 1Sam.15:12). Jesús siempre vivía enfocado en el  ministerio a la gente (Mt.9:35-38 / Mt.14:14 / Mt.15:32 / Hebr.4:15). Dios ama a la gente y por eso dio Su vida en rescate por el mundo (Jn.3:16 / 1Tim.2:1-4). Al final, envió a  Sus discípulos al mundo a hacer discípulos (Mt.28:18-20). La visión de Dios es gente y no necesariamente edificios o programas:
  • Jesús le ministró a la gente y a sus necesidades (Mt.9:35). El recorría ciudades y aldeas (salía a ver dónde estaba la gente) y enseñaba y predicaba el Evangelio. Además, sanaba a los enfermos y liberaba a los oprimidos por el diablo. La predicación del Reino de Dios estaba acompañada de las  manifestaciones del poder de Dios.
  • El vio a la gente que tenía que ser alcanzada (Mt.9:36 / Jn.4:34-38). Jesús vio a este mundo como un campo listo para la cosecha. El reconocía cual era la verdadera necesidad de la gente. Jesús reconocía que había mucho trabajo. La gente tiene que ser alcanzada, de otra manera se pierde la cosecha. Jesús consideraba las reglas humanas, los legalismos y las estructuras religiosas rígidas como un impedimento para alcanzar a la gente y ministrarles con Su gracia, misericordia, amor y poder - por eso criticaba a los fariseos (Lc.13:10-17).
  • Jesús tenía compasión divina por los perdidos (Mt.9:36 / Mt.14:14 / Mt.15:32  / Hebr.4:15) porque andaban como ovejas sin pastor. Con eso identifica Jesús el corazón del problema – no tenían quien los guiara. Y recordemos que para encontrar las ovejas perdidas hay que salir y encontrarlas. Y solo gente puede ganar a gente para el Reino de Dios.
  • En Mt.9:35-38 nos lleva Jesús a ver la gran necesidad entre la gente y las grandes oportunidades que existen para ganar gente para el reino de Dios. Asimismo nos revela el secreto para poder ayudar a esta gente necesitada. Lo que se necesita son OBREROS. Obreros es gente formada y entrenada para alcanzar a la gente. La cosecha no la puede recoger una sola persona, es necesario entrenar y liberar gente al ministerio. Jesús muestra la necesidad más profunda y nos involucra en el proceso de proveer obreros para la mies. Estos obreros  están en la iglesia local y deben ser preparados para que puedan ser enviados a  hacer la obra del ministerio (Ef.4:10-16 / 2Tim.2:2).
  • Jesús pasó más mucho tiempo acercándose a la gente y hablando con ella. El Señor Jesús no estaba obsesionado por Sus tareas o metas, a pesar de que sabía que sólo tenía tres años para entrenar a doce hombres que siguieran con el movimiento religioso que iba a transformar al mundo. El modelo de nuestro Señor era  seguir vendando heridas, aun hallándose en medio de una insoportable presión por cumplir con Sus tareas y metas (Col.1:28-29).1

EL ENFOQUE DEL APÓSTOL PABLO:

El apóstol Pablo tenía muy claro lo que debía ser el enfoque en su vida y en su ministerio, él estaba concentrado en producir frutos espirituales invirtiendo en la gente (Rom.1:13 / 1Tes.1:9-10 / 2Tim.4:17 / Hch.21:19 1Cor.9:2 / 2Cor.10:13-16), él entendía  claramente cuál había sido su llamado (1Cor.3:9 / Filp.2:19-21), él quería ver en todo momento  vidas cambiadas por el poder del Evangelio de Cristo (Col.1:6 / Col.1:10 / Gal.4:19 / Filp.4:17),  él sabía que esos son los frutos que traen gloria a Dios (Filp.1:11 / Ef.1:12-14).

El llamado de Pablo a Timoteo. El entrenamiento y la multiplicación de líderes es para tocar a la gente y hacer de ellas las personas que llegan a ser lo que Dios quiere que sean (1Tim.2:1-4 / 2Tim.2:2 / Gal.4:19 / 2Cor.3:18).

LA ENSEÑANZA DEL APÓSTOL PEDRO:

Pedro entendía claramente que la gente es la iglesia y la iglesia es la gente (1Pe.2:5). El templo que se está construyendo en el Nuevo Testamento no es un templo hecho con piedras sino con gente. La gente perteneciente a Jesús es llamada por Pedro: piedras vivas. Ese es el templo espiritual del Nuevo Testamento que se llama ‘la iglesia’. 
La iglesia en general es además un sacerdocio santo llamado a ofrecer sacrificios  espirituales y aceptables delante de Dios (1Cor.3:16 / 1Cor.6:19 / 2Cor.6:16 / Ef.2:20-22 / Hebr.3:6). 
En este templo espiritual Jesús es la Piedra angular, aquella que da la referencia para todo el templo y Él es la Piedra que lo une todo. Jesús es quien da las pautas en esta edificación espiritual (Ef.2:20). Leemos, además, que Cristo es el  Fundamento (1Cor.3:9-11). 
Jesucristo da dones a la iglesia para que ésta sea capacitada, para que se edifique al servirse mutuamente como Dios lo desea y para que lleguemos a ser gente cambiada a la imagen de Cristo (Ef.4:10-16). 

LA TAREA DE LA IGLESIA:

Al fin de cuentas, el invertir en la gente es a lo que Dios nos ha llamado (Mt.28:18-20 / Mt.9:35-38).
La iglesia, definitivamente, no es un edificio de piedras o de madera. Nosotros no ‘vamos a la iglesia’, nosotros somos la  iglesia (Hch.17:24). A veces mostramos cierta reverencia o nos comportamos de cierta  manera en ciertos lugares que llamamos ‘iglesia’, pero a la vez tratamos muy mal a aquellos que de verdad son la iglesia de Dios.
  • El propósito de los ministerios en la iglesia. Los líderes y los ministerios en la iglesia existen para invertir en la superación personal y espiritual de los creyentes, para capacitar  a la gente y, para que la gente cumpla con los planes de Dios en ellos y con ellos: Ef.4:11-16. Existe una gran necesidad de dar permiso a los creyentes en una iglesia para ministrar como Jesús quiere que ellos sirvan y no levantar barreras que restrinjan indebidamente el ministerio de toda la iglesia.
Los líderes en una iglesia están llamados a preparar al pueblo de Dios para que éste crezca, sea cada día más como Jesús y sea capacitado y liberado para hacer la obra del ministerio, escuchando la voz de Dios, sanando a los enfermos, echando fuera demonios y predicando el Evangelio de Jesucristo  (Mt.10:1-8 / Mr.16:18 / Hch.4:9-10). 
Este es el tipo de gente que todo líder debe estar levantando y multiplicando; se trata de levantar gente que está totalmente comprometida a  ser cada día más como Jesús a ser movilizada para cumplir la misión restauradora y  multiplicadora de Jesús en este mundo.
  • La verdad arriba presentada, nos lleva a concluir que el ministerio de la iglesia es en primer lugar  un ministerio a la gente y es un ministerio de la gente entre sí. Esta verdad tiene conclusiones muy  prácticas. Esto significa que en la práctica todo ministerio, esfuerzo, energía, inversión, etc., que  se hace en el marco de la vida de la iglesia, es primeramente un esfuerzo hacia la gente y para la  cosecha.
Todos los creyentes cristianos deben participar en la cosecha de almas. La idea y el enfoque de fondo en cuanto al ministerio de los líderes en una iglesia es el de invertir en la gente, ayudándoles a ser más como Jesús y a hacer lo que Jesús hizo (Ef.4:10-16). 
Como líderes no podemos estar solo preocupados porque nuestros presupuestos cuadren o porque los números de asistencia sean los esperados, o porque se cumplan ciertas reglas (Lc.13:10-17). Más bien y sobre todo debemos recordar que Jesucristo murió y resucitó para salvar a los perdidos y que nos llamó a nosotros a buscar a esos perdidos, desdichados y sin esperanza humana, para que sean ganados para Cristo y que todo creyente llegue a ser todo lo que Dios quiere que sea  (Mt.9:35-38 / Mt.10:6 / 1Tim.2:1-4 / Gal.4:19 / Ef.4:10-16). 
Dios quiere ver el cielo poblado con gente rescatada por Jesucristo y que adora al único verdadero Dios (Apoc.5:8-14 /  Apoc.7:9-10).

El verdadero trabajo de la obra del ministerio no es llevar a que se cumpla con el trabajo, sino a que se utilice el trabajo para alistar a la gente. El rendimiento es secundario. Todos los eventos y actividades de nuestra iglesia son una oportunidad para que el discipulado y el entrenamiento se enfoquen en un ser humano.2

TRABAJO EN GRUPO:
  • Anote a continuación tres lecciones o verdades que ha aprendido en esta sesión. Comparta cada una de las lecciones con su grupo y explique por qué le son importantes para usted:
  • ¿Qué elementos, dinámicas, entendimientos, entrenamientos, acciones, etc. deben implementarse para que la iglesia sea una iglesia enfocada hacia afuera y hacia a la gente? ¿Cuáles son los desafíos para llegar a ser una iglesia enfocada hacia afuera y hacia la gente?
  • ¿Cuán importante es que la iglesia conozca las verdaderas necesidades de la comunidad en la que se encuentra? ¿Por qué es esto importante en el contexto de esta lección?
  • ¿Hay alguna cosa que usted debe corregir en su vida? ¿Algún pecado del cual debe arrepentirse? ¿Hay algo que usted puede implementar en su vida y ministerio a fin de cumplir con el llamado de Dios?  Aclare:
  • ¿Qué pasos o decisiones debe tomar para corregir una visión equivocada del ministerio?  ¿Qué cosas puede corregir en su comportamiento, visión, entendimiento, preparación como miembro del Cuerpo de Cristo (la Iglesia) para avanzar en el cumplimiento de la gran comisión?
  • Anote a continuación una oración a Dios que incluya lo arriba aprendido y anotado. Sea específico en sus oraciones:
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sábado, 12 de mayo de 2018

Un grave error - la falsa confianza


"Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos. El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta manera: "Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos. "Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que  gano." Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no  quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: "Dios, ten piedad de mí, pecador." Os digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado" (Lc.18:10-14) LBLA

De esta parábola podemos aprender:

  • Tanto el fariseo como el recaudador de impuestos buscaban acercarse a Dios y ser aceptados por ÉL. Podemos decir que su búsqueda de Dios era honesta - cómo lo es en el caso de la mayoría de la gente hoy día.
  • El fariseo confiaba que su religiosidad, sus diezmos y ofrendas, sus buenas obras, el ir al templo, el orar, el ayuno, el tratar de vivir una vida moralmente recta, etc., eran suficientes para su salvación (Mt.3:7-10 / Gal.3:10).
  • El fariseo confiaba en sí mismo, se comparaba con otros y pensaba que con ese comportamiento estaba por encima del resto de la gente. El fariseo no pide nada, el solo muestra lo aparentemente bueno que es. No se ve a sí mismo cómo Dios lo ve y no ve el orgullo que lo está eliminando. Su oración es larga y parece que trata de convencer a Dios para que lo acepte basado en su obras.
  • El recaudador de impuestos no tenía mucho que ofrecer. Lo único que tenía era su bancarrota espiritual. Tenía todo una lista de cosas que lo dejaban mal parado. No se atrevía a acercarse, la vergüenza lo tenía cautivo, la culpa lo condenaba.
  • El recaudador de impuestos, no quedándole nada que ofrecer, no mirando a nadie con quien compararse, confió en la misericordia y en el perdón de Dios. Su oración es corta y al punto. Éste sale justificado, perdonado, aceptado.
  • Aquel que se auto-justificó salió vacío y el que se auto-condenó salió siendo aceptado, perdonado

Hoy día mucha gente va a sentarse en un edificio llamado iglesia asumiendo que por su membresía a una iglesia, por haberse bautizado, por dar diezmos y ofrendas, por sus ayunos y oraciones, por tratar de vivir relativamente bien van al cielo o que por estas acciones pueden impresionar a Dios para que sus oraciones sean contestadas. No es que estas personas no estén buscando sinceramente a Dios, pero la verdad es que no entienden de qué trata la verdadera relación con Dios. Muchos piensan que lo que ellos hacen es lo que importa para ser gente aceptada por Dios - asistir todas las semanas a culto, leer la Biblia regularmente, dar el diezmo, tratar de ser gente decente.

La realidad es que la salvación no es el producto de buenas acciones. Somos pecadores desde nuestro nacimiento y no estamos 'programados' para hacer cosas buenas que nos hagan aceptos delante de Dios. Y ningún esfuerzo humano es suficiente para impresionar a Dios, solamente nuestra confianza (fe) en Él (Rom.3:22-26 / Rom.11:32 / Ecl.7:20 / Gal.3:22 / 1Jn.1:8-10).

Es cuando reconocemos que somos pecadores y que necesitamos de la misericordia de Dios, y cuando nos arrepentimos de nuestros pecados y cuando creemos que Cristo cuadró nuestra cuenta que teníamos pendiente, es cuando nacemos a una nueva vida sembrada en Cristo (2Cor.5:17 / Ef.2:1-10 / Mr.16:16 / Jn.3:14-18 / Jn.5:24 / Jn.6:27-29,35,40 / Hch.13:39 / Hch.15:7-9 / Rom.4:5,16 / Rom.10:9-10 / Gal.3:22).
Desde el momento que confiamos en Cristo el Espíritu Santo habita en nosotros. Es ese Espíritu Santo que llega a ser el motor en nosotros que nos motiva, nos empodera y nos lleva a hacer cosas que a Dios sí le agradan (Gal.3:14 / Jn.7:37-39 / Hch.2:38 / Hch.10:45-47 / Jud.1:19-20 / Tit.2:11-14 / Ef.2:10).

GRACIAS A DIOS podemos tener una relación íntima con Dios basada en Cristo y no en nuestras obras. Esta relación es posible cuando admitimos que somos pecadores, declaramos nuestra propia bancarrota y cuando confiamos en Cristo nuestro redentor. La nueva vida se verá reflejada luego en nuestros hechos.
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viernes, 11 de mayo de 2018

AJÁ, ¿ENTONCES?. . . ¿por qué están aquí parados, mirando al cielo?


"Así que mientras los apóstoles estaban con Jesús, le preguntaron con insistencia: —Señor, ¿ha llegado ya el tiempo de que liberes a Israel y restaures nuestro reino? Él les contestó: —Solo el Padre tiene la autoridad para fijar esas fechas y tiempos, y a ustedes no les corresponde saberlo; pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes; y serán mis testigos, y le hablarán a la gente acerca de mí en todas partes: en Jerusalén, por toda Judea, en Samaria y hasta los lugares más lejanos de la tierra. Después de decir esto, Jesús fue levantado en una nube mientras ellos observaban, hasta que ya no pudieron verlo. Mientras se esforzaban por verlo ascender al cielo, dos hombres vestidos con túnicas blancas de repente se pusieron en medio de ellos. «Hombres de Galilea —les dijeron—, ¿por qué están aquí parados, mirando al cielo? Jesús fue tomado de entre ustedes y llevado al cielo, ¡pero un día volverá del cielo de la misma manera en que lo vieron irse!»". Hechos 1:6‭-‬11 NTV

La pregunta que los discípulos le hicieron a Jesús muestra que éstos aun seguían envueltos en los pensamientos judíos antiguos - esperando un reino terrenal restaurado (muy hacia la tierra, muy hacia lo temporal, muy hacia la seguridad personal, etc). Jesús dirige inmediatamente los pensamientos de los discípulos hacia la venida del Espíritu Santo. La venida del Espíritu Santo sobre ellos iba a tener un resultado inmediato y diferente a lo que ellos estaban discutiendo - iba a marcar la diferencia en y a través de ellos. Jesús les estaba diciendo que se debían concentrar en la tarea encomendada de ir y hacer discípulos de Cristo en todas las naciones (Mt.28:18-20). Para poder cumplir con el llamado iban a ser empoderados - iban a cumplir la misión en el poder de Dios.
A veces andamos distraídos con cosas secundarias o tenemos expectativas equivocadas de Dios y de nosotros mismos. A veces estamos preocupados y enfocados en aquello que no es nuestra responsabilidad ni nuestra tarea. Dios tiene Sus tiempos y Sus maneras de cumplir Sus promesas y Sus planes.

En cuanto a nosotros... MANOS A LA OBRA - no nos desenfoquemos, no andemos parados mirando en otra dirección, no olvidemos a lo que fuimos llamados. Dios en su momento hará lo que se ha propuesto hacer. ¡PILAS! - andemos siempre en la plenitud del Espíritu Santo. NO OLVIDEMOS - Nuestra misión es la de llevar las Buenas Nuevas hasta el fin del mundo, hacer discípulos, y hacer esto hasta que Él regrese.
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miércoles, 9 de mayo de 2018

La necesidad de obreros para la cosecha

 Café, listo para ser cosechado - Líbano TOLIMA-Colombia

"A sus discípulos les dijo: ‘La cosecha es grande, pero los obreros son pocos. Así que oren al  Señor que está a cargo de la cosecha; pídanle que envíe más obreros a sus campos’"  
(Mt.9:37-38) (Nueva Traducción Viviente)

"Ahora bien, Cristo dio los siguientes dones a la iglesia: los apóstoles, los profetas, los  evangelistas, y los pastores y maestros. Ellos tienen la responsabilidad de preparar al  pueblo de Dios para que lleve a cabo la obra de Dios y edifique la iglesia, es decir, el  cuerpo de Cristo" (Ef.4:11-12) (Nueva Traducción Viviente)

1Cor.3:9 / Filp.2:19-21 / Col.4:11/ 1Tes.5:12-13

En el año 2010 fuimos testigos de uno de los rescates más impresionantes de los últimos  tiempos, el rescate de los 33 mineros que quedaron atrapados en la mina en Chile a más de 600 metros de profundidad.1 Este evento nos muestra por un lado que los seres humanos pueden llegar a estar en situaciones complicadas que requieren de un rescate urgente, ya que de otra manera no podrían sobrevivir esas situaciones. Por el otro lado aprendemos de esta historia en particular que los seres humanos tienen un valor inmenso por lo cual vale la pena hacer el mejor esfuerzo para rescatarles. Cuando aquel rescate se llevó a cabo no se buscaba oro ni cobre ni algún otro material precioso. Toda la inversión era por amor a la gente y el valor y aprecio que se les tenía a los mineros. En aquel rescate, hombres y mujeres, con sus diferentes capacidades y habilidades, aportaron dinero, tiempo, conocimientos, energía y estructuras funcionales para ver a los mineros sanos y salvos. Esta  labor no se pudo hacer por el esfuerzo de una sola persona, fue la unión de muchos factores y de personas que se dedicaron a trabajar y a hacer algo que nunca jamás se había visto en la historia de la humanidad. El gozo que producía ver a cada minero cuando uno tras otro de ellos salía a la superficie, era el premio inmensurable por los esfuerzos y el dinero invertido en esa acción de rescate. Sin esos hombres y mujeres entregados al rescate de los mineros, éstos nunca hubieran  vuelto a ver la luz del sol; ellos habrían muerto trágicamente y, sin el esfuerzo de estos rescatistas, el mundo habría visto una imagen trágica de la humanidad egocéntrica e incapaz por no haber intentado rescatar a los mineros.

LA VISIÓN DE DIOS:

El enfoque de la vida y del ministerio de Jesús es salvar al mundo que anda perdido y que  requiere de un rescate urgente. Un día veremos en el cielo gente de todos los pueblos, razas y  naciones adorando al único y verdadero Dios, al Creador del cielo y de la tierra (Apoc.7:9-10 /  Apoc.5:8-14 / Rom.11:25). Para que ésta visión divina sea una realidad, Dios envió a éste  mundo, como primer misionero, a Su Hijo para cumplir básicamente con dos propósitos  fundamentales:
  • Morir para rescatar a los seres humanos de su estado de perdición (Jn.3:16 /  Rom.6:23 / Mr.10:45).
  • Entrenar a un grupo de hombres que fuera capaz, después de la resurrección de  Cristo, de ir por todo el mundo llevando el mensaje divino de la salvación en Cristo a  todas las naciones, tribus, lenguas y pueblos (Mt.4:18-22 / Mt.10:1-4 / Lk.5:1-11). Jesús  establece claramente que para alcanzar el mundo se requiere de gente bien preparada para que alcance a la gente que está cerca y a la que está lejos.
    • Cuando Jesús comenzó el entrenamiento de estos hombres, estos no eran personas perfectas, pero sí eran personas que tenían potencial. Aun requerían de formación, pero representaban la base para un movimiento de alcance mundial. Ellos eran parte de los primeros frutos de la cosecha (Mt.4:18-22 /  Mt.9:9). Jesús no construyó edificios ni creó una organización, el edificó gente y esto lo hacía donde quiera que iba.
    • Jesús formó y entrenó a Sus discípulos, los hombres para la cosecha, dándoles un buen ejemplo que ellos debían seguir (Mr.3:14 / Mt.4:23 /  Mt.9:35-36 / Jn.13). Los discípulos pudieron ver en Jesús cómo debe ser la vida del líder y cómo es que debe funcionar ese líder que ministra al estilo de Jesús.
    • Jesús formó a Sus discípulos enseñándoles los principios del Reino de Dios  (Mt.5 a Mt.7 / Mt.10 / Mt.13 / Mt.18 / Mt.24 a Mt.25). Él usó en cada una de las situaciones y contextos un método diferente para transmitir las verdades que Él  quería que los discípulos entendieran. También les dio oportunidades prácticas  para aprender de las experiencias (Mt.10:1s) e invirtió en el carácter de Sus  discípulos (Jn.13).
    • Jesús finalmente los envió. Jesús encomendó a los discípulos a ir por todo el  mundo y hacer discípulos de todas las naciones – para eso precisamente los  entrenó (Mt.28:18-20 / Mr.3:14).

LA NECESIDAD DE OBREROS:

Jesús reconoció la necesidad de obreros para la cosecha (Mt.9:35-38). Jesús dice que la mies es grande, pero los obreros son pocos (Mt.9:37). Sin obreros bien entrenados y formados la mies no puede ser recogida (2Tim.2:21 / 2Tim.3:16-17 / Hch.9:36 / 2Cor.9:8). 
Para ministrar a la gente se requiere de gente capacitada que ministre como Jesús lo hizo. Existe una gran necesidad de obreros y este problema se viene dando desde mucho tiempo atrás y se encuentra en todo lugar. La falta de obreros en todos los niveles es una de las quejas más grandes  entre los líderes de hoy día. Es importante entender que esos obreros que Dios y la iglesia requieren para que la mies pueda ser cosechada deben ser preparados en y para la  iglesia y, esos obreros, están en la iglesia local y desde allí deben ser enviados (2Tim.2:2  / Ef.4:11-16).
Es en esta área de la iglesia donde se deben concentrar los trabajos, las inversiones económicas, la visión, los diálogos, las preocupaciones y cualquier otra cosa que se haga o se pretenda hacer en la iglesia. Los líderes de la iglesia tienen la responsabilidad de formar y entrenar a los creyentes en general para que estos hagan la obra del ministerio. Si los líderes no cumplen con esta labor, estando solo preocupados por levantar una iglesia sin hacer discípulos al estilo de Jesús, entonces están fallando en producir y en ayudar a producir frutos duraderos que honren a Dios.

En el caso del liderazgo de la iglesia se dice que una de las pruebas de un liderazgo efectivo en la iglesia es si entrena e invierte en los que le siguen para que ellos lleguen a hacer cosas  similares a las que el líder hace. De alguna manera resume el apóstol Pablo esta idea en 2Tim.2:2,  cuando escribe: “Y lo que has oído de mí en la presencia de muchos testigos, eso encarga a  hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros” (LBLA). 
El liderazgo espiritual permite que los que él ha entrenado puedan llegar a hacer aun cosas mayores  (Jn.14:12). Lo que debe motivar al liderazgo de una iglesia a invertir en la gente de la iglesia es la visión de Dios de alcanzar al mundo para el Reino de Dios, poblar el cielo y aumentar la multitud de adoradores de Jesús. Esa visión no se cumple si solo son unos cuantos los que creen estar llamados a hacer la obra del ministerio. Todo esfuerzo y toda inversión que no apunte a que gente sea preparada para la obra del ministerio y para que se cumpla la visión de Dios es un esfuerzo y una inversión que no resulta en frutos duraderos y tiene en el fondo muy poco sentido.

Si queremos seguir fielmente el ejemplo de Jesús, entonces la formación y el entrenamiento de los creyentes para el ministerio práctico en la iglesia y en el mundo es parte de ese plan de ganar al mundo para Cristo (Mt.4:19 / Mt.10 / Mr.1:17-18). 
Formar y entrenar obreros para la cosecha es una parte vital en la vida de una iglesia si es que queremos hacer lo que Jesús hizo y si queremos producir frutos que permanezcan.

Alguien dijo: 'Si queremos ser parte relevante en la cosecha de estos tiempos, entonces el formar/entrenar/equipar a líderes responsables e idóneos es el camino a seguir. Asegurar los frutos de la cosecha ocurre a través de iglesias sanas y líderes que modelan la vida y el ministerio de Cristo'

TRABAJO EN GRUPO:
  • Anote a continuación tres lecciones o verdades que ha aprendido en esta sesión. Comparta cada una de las lecciones con su grupo y explique por qué le son importantes para usted:
  • LEA la historia en Éxodo 18 y tome el tiempo para dialogar en grupo. Hablen sobre las lecciones acerca del liderazgo que nos enseña este ejemplo. Hablen sobre las soluciones sugeridas y los pasos que son necesarios dar para cambiar situaciones similares:
    • Describa el panorama que el suegro nota al observar a Moisés en el ejercicio de su liderazgo. ¿Qué adjetivos se le vienen a la mente cuando observa este panorama? ¿A qué se debe ese panorama?
    • Describa el estilo de liderazgo de Moisés – anote adjetivos que describen el estilo de liderazgo que observa acá. ¿Qué consecuencias produce el estilo de liderazgo de Moisés para él mismo y para el pueblo?
    • ¿Cuál es la sugerencia del suegro para solucionar el problema? ¿Cuáles son los argumentos para tal solución? ¿Qué resultados se esperan al aplicar la sugerencia?
    • ¿Qué tipo de personas debe escoger Moisés? Anote las palabras que hablan de las características necesarias y lo que eso implica. ¿Por qué son esas características importantes? ¿Son esas características también importantes para el liderazgo de hoy día? Explique
    • ¿Existe alguna similitud con el panorama actual en su iglesia o denominación? Explique 
¿Qué solución propone para la situación actual en su iglesia o denominación? ¿Por qué? ¿Qué retos/barreras/dificultades se van a presentar para llevar a cabo la propuesta?
  • COMPARE Éxodo 18 con Números 11. Parece que la historia se repite: Moisés de nuevo está  tratando de llevar la carga solo. Parece que un problema en algún momento solucionado no significa que para siempre está solucionado.
    • ¿Cuál es la queja de Moisés en este momento? ¿Cuál es la razón de que Moisés se encuentre de nuevo en una situación de estas?
    • ¿Qué lección nos enseña este pasaje en cuanto a la necesidad de la expansión de liderazgo en una organización?
    • ¿Cuál es la solución divina al problema?
  • ¿Qué pasos o decisiones debe tomar para corregir una visión equivocada del ministerio? ¿Qué cosas puede corregir en su comportamiento, visión, entendimiento, preparación como miembro del Cuerpo de Cristo (la Iglesia) para avanzar en el cumplimiento de la gran comisión?
  • Anote a continuación una oración a Dios que incluya lo arriba aprendido y anotado. Sea específico en sus oraciones:
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martes, 8 de mayo de 2018

Interrupciones Divinas - oportunidades para servir

Parque CHICAQUE - Cundinamarca COLOMBIA
"Jesús respondió con una historia: - Un hombre judío bajaba de Jerusalén a Jericó y fue atacado por ladrones. Le quitaron la ropa, le pegaron y lo  dejaron medio muerto al costado del camino. »Un sacerdote pasó por allí de casualidad pero, cuando vio al  hombre en el suelo, cruzó al otro lado del camino y siguió de largo. Un ayudante del templo* pasó y lo vio allí tirado, pero también  siguió de largo por el otro lado. »Entonces pasó un samaritano despreciado y, cuando vio al  hombre, sintió compasión por él. Se le acercó y le alivió las heridas con vino y aceite de oliva, y se  las vendó. Luego subió al hombre en su propio burro y lo llevó hasta un  alojamiento, donde cuidó de él. Al día siguiente, le dio dos monedas de plata* al encargado de la  posada y le dijo: “Cuida de este hombre. Si los gastos superan esta  cantidad, te pagaré la diferencia la próxima vez que pase por aquí”. - Ahora bien, ¿cuál de los tres te parece que fue el prójimo del  hombre atacado por los bandidos? - preguntó Jesús. El hombre contestó: - El que mostró compasión. Entonces Jesús  le dijo: - Así es, ahora ve y haz lo mismo" (Lc.10:30-35) NTV

Muchas de las oportunidades para servir y que Dios pone en el camino ocurren en la intersección de lo inesperado y la interrupción. En la historia del Buen Samaritano leemos aquella expresión: "paso por allí por casualidad" (Lc.10:30-37).
  • Notamos que Ananías se dejó interrumpir por Dios en su agenda o rutina diaria y estuvo dispuesto a cumplir unas órdenes dadas por Dios (Hch.9:10s). Me pregunto: ¿Puede Dios interrumpir nuestra agenda? ¿O estamos tan ocupados en nuestros quehaceres personales que Dios no tiene opciones de penetrar en nuestro mundo? Si un discípulo de Jesús no aprende a escuchar la voz de Dios o si no se deja interrumpir por Dios para ser guiado a servir en ciertas ocasiones, perdemos  grandes oportunidades en cuanto al ministerio se refiere.
  • En cuanto a las interrupciones divinas notamos que Pedro también experimenta  una interrupción similar (Hch.10:9s). Pedro estaba aprovechando el tiempo de espera, hasta que le sirvieran la comida, para orar. Su enfoque principal en ese momento era posiblemente la comida. Dios interrumpió su ‘rutina’, le habló y le encargó un ‘trabajo especial’. Notamos que Pedro obedece las indicaciones que Dios le da en ese momento. Esta experiencia no solamente lleva a que Pedro sea cambiado en su actitud frente a los gentiles, sino que además la historia de la iglesia experimenta en aquel tiempo un cambio  fundamental – la puerta del Evangelio le es abierta a los gentiles.
  • Otro caso similar en el cual ocurre una interrupción divina lo encontramos en Hch.13:1-3. Aquí los líderes de la iglesia en Antioquía están orando y adorando a Dios –  esto parece que era una rutina en la vida de aquella iglesia. Dios interrumpe a estos hombres en su ‘rutina’ o ‘costumbre’, les habla y les arma un programa misionero. También en este episodio es cambiada la historia de la iglesia. A partir de ese momento comienza a desarrollarse todo un movimiento misionero que se extiende por todo el mundo conocido en aquel entonces. Todo esto, porque unos cristianos estaban dispuestos a dejarse interrumpir y porque habían aprendido a escuchar la voz de Dios.
¿Puede Dios interrumpir nuestra rutina y costumbres? ¿O será que estamos muchas veces sumergidos en nuestras carreras, programas, planes personales, visiones personales, agendas personales? ¿Tengo aquella tranquilidad interna que reconoce en el momento correcto cuándo es que Dios está tratando de hablarme o de interrumpirme en mi carrera? Tenga en cuenta el ejemplo de Marta y María en Lc.10:38-42 – Marta estaba muy preocupada con asuntos personales y no tenía la paz para escuchar la voz de Dios en esa carrera. Si nos ocurre algo similar a lo de Marta, podemos estar perdiendo grandes oportunidades para ser bendición a otra persona. Una situación de esas la podemos calificar como una tragedia.
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lunes, 7 de mayo de 2018

En vísperas de la Segunda Venida de Cristo - lo que realmente importa


"El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento. Pero el día del Señor vendrá como ladrón, en el cual los cielos pasarán con gran estruendo, y los elementos serán destruidos con fuego intenso, y la tierra y las obras que hay en ella serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser destruidas de esta manera, ¡qué clase de personas no debéis ser vosotros en santa conducta y en piedad, esperando y apresurando la venida del día de Dios, en el cual los cielos serán destruidos por fuego y los elementos se fundirán con intenso calor! Pero, según su promesa, nosotros esperamos nuevos cielos y nueva tierra, en los cuales mora la justicia" (2Pe.3:9-13) LBLA

Cuando comenzamos a hablar de la Segunda Venida de Cristo hay varios aspectos que debemos considerar para no perder el verdadero enfoque de la vida cristiana y del ministerio.

[1] El primer aspecto a tener claro es que es un tema del cual habla la Biblia con mucha claridad. Jesús afirmó y prometió que volvería otra vez (Hch.1:11 / Jn.14:1-3 / Mt.24:3-25.46). Los ángeles aclaran en Hch.1:10-11 que así como los discípulos vieron ir a Jesús personal y claramente, lo volverán a ver en Su Segunda Venida (Lc.24:50-51 / Hch.1:9-11 / Mt.24:36-44 / Mr.13:32-37 / Tit.2:13 / Hebr.9:28 / 1Jn.2:28).
Los escritores del Nuevo Testamento hablaban con claridad acerca del tema (1Tes.4:16-17 / Hch.3:21 / 1Cor.1:7 / Filp.3:20 / 1Tes.4:13-18 / 1Tes.5:1-22 / 2Tes.1:3-12 / 2Tes.2:1-17 / Tit.2:13 / Hebr.9:28 / 2Pe.3:12-14 / Apoc.1:7).
Si las promesas de Su primer venida se cumplieron, las promesas de la segunda venida se cumplirán igual - SUS PROMESAS SE CUMPLEN, tarde o temprano.

[2] Un segundo aspecto tiene que ver con los falsos anuncios del fin del mundo. Se oye frecuentemente de supuestas fechas del fin del mundo. Es peligroso caer en falsas especulaciones, en engaños y en un posible adormecimiento que lleva a no estar preparados (Mt.24:11-14 / Mr.13:22 /Lc.21:34 / 2Tes.2:1-12 / 2Pe.2:1-3 / 1Jn.4:1-2 / 2Pe.3:3-9). Jesús nunca dio fechas (Mt.24:36-42). NO PERDAMOS EL TIEMPO con especulaciones necias.

[3] El tercer aspecto que juega un papel es el anuncio de un incremento de desastres y eventos globales dramáticos (desastres, eventos globales económicos, sociales, religiosos y políticos (Mt.24 / Lc.21:28 / 1Tes.5:2-4). No sabemos cuán intensos llegarán a ser todos estos eventos antes de Su Venida. Y estar enfocados únicamente en cada uno de los eventos sin considerar su propósito nos puede llevar a desatender el aspecto práctico importante que tienen para nuestra vida como creyentes.
El enfoque de la Segunda Venida de Cristo no son los eventos dramáticos sino Cristo mismo. Jesucristo es el ALPHA y la OMEGA - El tiene la última palabra (Apoc.22:13). Jesús es la fuente de todo lo creado (Jn.1:3 / Col.1:16) y por medio de Él todo existe (Hebr.2:19). LA META ES QUE CRISTO SEA GLORIFICADO. Los detalles de los eventos que anteceden a Su venida son de alguna manera secundarios.

[4] El vivir a la luz de un sano entendimiento de la Segunda Venida de Jesús TIENE ASPECTOS PRÁCTICOS para nuestra vida. Por un lado nos anima [a] a vivir una vida que agrada a Dios. [b] Por otro lado nos llama a cumplir la tarea que Jesús nos ha encomendado (Filp.1:10 / Mt.24:3:14, 42-51/ 1Tes.5:13 / 2Tes.2:1-10 / 2Pe.3:14 / Hch.1:7-8).
En los días próximos a Su Venida existe para la iglesia una gran tentación, la del adormecimiento (Mt.24 / Mt.25). La verdad de la Segunda Venida de Jesucristo y todos los acontecimientos que le anteceden nos llevan a que nos concentremos a vivir una vida que marca la diferencia.

  • Dios nos LLAMA A TRABAJAR - Dios nos da talentos, además nos ha dado una tarea en este mundo; seamos fieles (Mt.25:14-30 / Rom.14:9-12 / Mt.24:14). La iglesia debe estar enfocada en estos tiempos en el cumplimiento de la tarea encomendada, y no dejarse distraer con temas secundarios o con asuntos que nos mantienen ocupados con lo superficial. Dios no quiere que alguno perezca. Es por eso que tenemos el llamado a testificar en todo lugar. Para poder cumplir con la tarea Dios nos equipa con el poder del Espíritu Santo ((Mt.28:18-20 / Hch .1:8 / 2Pe.3:9 / 1Tim.2:1-4 / 1Tes.2:19-20 / Hch.1:8).
  • Nos LLAMA A CUIDAR NUESTRAS RELACIONES interpersonales, en especial con los demás creyentes en Cristo (1Tes.3:12-13 / Mt.24:48-49 / Rom.12:9,10,17,21).
  • Importante: vivir en SANTIDAD (Rom.13:11-14 / 2Pe.3:11-14 / Col.3:4-5 / 1Jn.3:3).
  • Llamado especial a OBEDECER LA PALABARA DE DIOS (1Tim.6:12).
  • Estar siempre llenos de la PLENITUD DEL ESPÍRITU SANTO es la mejor preparación para Su Venida (Mt.25:1-13 / Ef.5:14-20 / Lc.10:38-42).
  • En todo ser FIELES en el servicio a Dios (Hebr.10:24-25 / 2Tim.4:1-2 / Mt.24:45-51).
  • El llamado a VELAR es importante; nos libra de tantos peligros que en los últimos tiempos tratarán de desviar nuestra atención y fidelidad a Cristo (1Pe.4:7 / 1Pe.5:8 / 1Tes.5:6).

"Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin" (Mt.24:14) LBLA
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viernes, 4 de mayo de 2018

El poder de una conciencia limpia

INSTRUMENTO ÚTIL en las manos de Dios al servir con una conciencia limpia:
"Doy gracias a Dios, a quien sirvo con limpia conciencia como lo hicieron mis antepasados, de que sin cesar, noche y día, me acuerdo de ti en mis oraciones, deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de alegría" (2Tim.1:3-4) LBLA

El apóstol Pablo lo tiene claro; el servir a Dios con una conciencia limpia es un asunto de suma importancia y una herramienta indispensable y poderosa para un ministerio eficaz, y para el progreso espiritual (1Tim.1:3,18-20).

Una mirada de cerca al tema:

DEFINICIÓN: Una conciencia limpia es aquella libertad de espíritu hacia Dios y hacia otros, que viene del conocimiento de que la santidad de Dios no ha sido ofendida a través de pensamientos o hechos que uno cometió. Tener una conciencia limpia es sinónimo de vivir en integridad. Una persona íntegra es una persona que tanto en sus actividades externas como en sus disposiciones internas no es aborrecible delante de Dios (Noé - Gn.6:9 / Abraham – Gn.17:1 / Job 1:8).

  • En las cartas a Timoteo se nos enseña que la meta de toda predicación es el amor que nace de un corazón puro (purificado por fuego, limpio de impurezas, inocente, libre de toda culpa) y de una buena (buena, agradable, feliz, honorable) conciencia (1Tim.1:5). 
    • Como predicadores nos tenemos que preguntar si lo que enseñamos y predicamos aporta a que los creyentes vivan una vida de integridad de acuerdo a los parámetros de Dios - esta pregunta también debemos aplicarla a nuestra vida personal (no se trata de predicar legalismos y una religiosidad falsa, es vivir una vida que marca la diferencia alineada con los valores de Dios) (Gal.4:19 / Rom.13:14 / Ef.4:24).
  • Pablo es muy claro en decir que algunos ministros fracasan por no poner atención en mantener una buena conciencia. Al rechazar (como una acción deliberada echan lejos de sí mismo, arrojan afuera) la buena conciencia, entonces fracasan. Al no seguir los impulsos de la conciencia que advierte o afirma de acuerdo a la verdad de Dios, llegar a amar más el pecado que la vida íntegra, entonces su fe naufraga (1Tim.1:19). 
    • Normalmente un líder cristiano es descalificado y tiene que dejar el ministerio cuando falta a los principios de integridad. Muy pocas veces alguien tiene que dejar sus responsabilidades o su liderazgo a raíz de la falta de dones o capacidades. Aunque los dones y las capacidades son de suma importancia, observamos que la integridad en la vida de un líder es el fundamento para un liderazgo de impacto.
    • El Salmo 15:1-5 describe la integridad y nombra las características clave de la misma (Compare con: Is.33:15 / Ex.18:21 / Sal.24:4 / Dan.6:1-4 / Filp.1:10 / Mt.5:8).
  • Pablo es ejemplo de alguien quien ha servido a lo largo de su vida con una conciencia limpia (2Tim.1:3 / Hch.23:1). Pablo dice haberse esforzado por tener siempre una conciencia limpia (Hch.24:16 / Rom.9:1 / 2Cor.1:12).
  • Los líderes dignos de ser ministros se guardan para mantener una conciencia limpia y así ser ministros de verdad, honrosos, buenos ejemplos con verdadera autoridad. No se trata de solo confesar la verdad, también hay que vivirla. "De la misma manera, también los diáconos deben ser dignos, de una sola palabra, no dados al mucho vino, ni amantes de ganancias deshonestas, sino guardando el misterio de la fe con limpia conciencia" (1Tim.3:8-9) LBLA.
  • Una conciencia mala o cauterizada (el pecado los tiene marcados; o están marcados por el pecado) representa un gran peligro para el servidor y su relación con Dios, y es una plataforma o un ambiente favorable para hacer crecer malas doctrinas y para excusar vivir vidas hipócritas (vidas dobles) - se hace entonces sensible a inspiraciones de espíritus engañadores y a demonios que alejan al creyente de la fe (1Tim.4:2).
    • Lo que ocurre es que cuando vivimos en pecado y si no lo confesamos, entonces nos salimos de la protección divina y nos exponemos a la influencia demoníaca. Desobediencia a Dios es rebelión y rebelión es igual a hechicería. Hechicería es exponerse a la influencia del diablo (1Sam.15:23). El pecado da lugar al diablo en nuestra vida y por eso leemos el llamado a no dar lugar al diablo abriéndole puertas por medio de pecados no confesados (Ef.4:26-27).
  • El ejemplo de Himeneo (1Tim.1:18-20) muestra que su fracaso comienza en el momento que rechaza el mantener una buena conciencia y deja de pelear la buena batalla. Según la analogía que usa Pablo acá: El permitió fisuras u orificios en su barco espiritual y por eso naufraga en cuanto a la fe. Más adelante leemos que Himeneo es portador de falsas doctrinas que lo han llevado a una conducta indebida (2Tim.2:16-18).

Un hombre con una conciencia limpia es un instrumento útil para el Señor (Hebr.9:14 / 2Tim.2:21). Si un servidor de Cristo no quiere fallar en su tarea, debe tener mucho cuidado en su vida y cuidar tener una conciencia limpia (1Tim.3:9).
La relación íntima con Dios y con el prójimo estará afectada al tener una conciencia sucia y un corazón de doble ánimo. Por eso la Biblia hace el llamado a limpiar los corazones (1Jn.1:7-9 / Stg.4:8).

¿CÓMO OBTENER UNA CONCIENCIA LIMPIA? - "Si decimos que tenemos comunión con El, pero andamos en tinieblas, mentimos y no practicamos la verdad; mas si andamos en la luz, como El está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad" (1Jn.1:6-9) LBLA LEA TAMBIÉN: Porov.28:13 / 2Cron.7:14 / Sal.32 / Sal.38 / Sal.51 / Mt.5:21-26).

Vea también: https://caudalesdevida.blogspot.com.co/2013/08/el-arrepentimiento.html
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miércoles, 2 de mayo de 2018

¿Temer a la gente o confiar en Dios? - saque usted sus conclusiones

"Temer a la gente es una trampa peligrosa, pero confiar en el SEÑOR significa seguridad. Muchos buscan el favor del gobernante, pero la justicia proviene del SEÑOR" (Prov.29:25) NTV
"Es mejor refugiarse en el SEÑOR que confiar en la gente. Es mejor refugiarse en el SEÑOR que confiar en príncipes" (Sal.118:8-9) NTV

Confusión, miseria, amargura, decepción, frustración, rebajar valores, etc. vienen frecuentemente como resultados terribles relacionados con el temor a la gente - cuando tememos lo que la gente diga, cuando estamos preocupados por hacer a todo el mundo feliz, cuando no queremos perder el favor de la gente ni su amistad, cuando tememos perder el aplauso de la gente, cuando tememos a ser juzgados, reprochados, rechazados, apartados, maltratados, etc. Ese temor a la gente nos tienta a rebajar los valores y principios firmes, lleva a tomar decisiones equivocadas que nos meten en problemas con Dios, con nosotros mismos, y con otra gente.
Por el temor a la gente somos tentados a dejar de predicar el mensaje completo de Cristo; por el temor a la gente adaptamos el mensaje o solo predicamos lo que a la gente le gusta (2Tim.4:2 / 1Tim.4:10-12) y olvidamos que un día tendremos que rendir cuentas a Dios por lo que enseñamos (Stg.3:1).

VEA algunos ejemplos de temor a personas y sus consecuencias: Escribas y fariseos - Jn.7:13 / Abraham - Gn.12:11-12 / Aaron - Ex.32:22-24 / Pilato - Jn.19:12-13 // Otras citas: Mt.10:28 / Sal.62:8-9 / Sal.40:4 / Jer.17:5-7.
(Recuerde también a Saúl (1Sam.15:24) y a Pedro cuando éste negó a Jesús, y cuando lo tuvo que confrontar el apóstol Pablo por su comportamiento motivado por el temor a la gente (Mt.26:69-74 / Gal.2:11-13).

Confiar en Dios marca la diferencia. Dios es confiable, Él no cambia, Él es Verdad, Él cumple Sus promesas, El es Dios misericordioso y lleno de gracia. El es nuestra fortaleza; podemos correr a Él y estar seguros (Prov.18:10). Por eso Él es nuestro verdadero proveedor, protector, guía y nuestra seguridad. Él es nuestro Salvador. Él nunca cambia, siempre podemos confiar en Él y nunca seremos por Él engañados (Hebr.13:8).
Hemos sido llamados a poner nuestra esperanza en Él (Prov.16:20 / Prov.30:5 / 1Cron.5:20 / Is.26:4 / Sal.118:8 / Sal.125:1 / Ecl.7:18 / Daniel y sus amigos - Dn.3:28 / Dn.6:23 / Rom.15:12-13 / Mt.27:43 / 1Pe.1:21).
Poniendo nuestra esperanza en Dios es lo que nos da valor, nos empodera y nos da autoridad para ser ministros fieles y de impacto que dejan huellas dignas de ser seguidas por otros (1Tim.4:6-12).

Si idolatramos a las personas (estas pueden ser líderes, pastores, políticos, etc.), si nos hacemos dependientes de ellas, si confiamos en gente - por encima de confiar en Dios - como si ésta puede ser nuestra ayuda y apoyo indispensable o las que cambian nuestro bienestar, entonces recuerde que humanos son dioses terribles.
ES POR ESO que somos llamados a confiar en Dios - en todo momento.

"Entonces Saúl dijo a Samuel: He pecado; en verdad he quebrantado el mandamiento del SEÑOR y tus palabras, porque temí al pueblo y escuché su voz" (1Sam.15:24) NTV

"Oh pueblo mío, confía en Dios en todo momento; dile lo que hay en tu corazón, porque él es nuestro refugio. La gente común no vale más que una bocanada de viento, y los poderosos no son lo que parecen ser; si se les pesa juntos en una balanza, ambos son más livianos que un soplo de aire" (Sal.62:8-9) NTV