José es uno de
esos mentores de los cuáles la Biblia relata extensamente su historia y quien nos
enseña muchas valiosas lecciones para una vida que quiere marcar la diferencia,
que quiere prosperar, ser fructífera y que quiere llegar bien al final (Gn.37 a
Gn.50).
1. José fue un hombre quien puso a Dios en primer lugar en su vida
Al estudiar la
vida de José notamos que DIOS estaba con José. Por el otro lado observamos a un
José poniendo a Dios en el primer lugar de su vida (Gn.39:2-5 / Gn.39:21). El
dejaba que los mandamientos de Dios dirigieran su vida y sus decisiones. José
era un hombre temeroso de Dios (Gn.39:7-9 / Gn.42:18 / Gn.45:5-8 / Gn.50:20 / Sal.105:16-17).
El mismo dijo temer
a Dios sobre todas las cosas (Gn.42:18). El haber puesto a Dios en primer lugar
hizo que él tuviera el éxito del cual nosotros leemos en la Biblia que tuvo en
todo su recorrido.
Todo gran hombre o
mujer de Dios en la Biblia que tuvo grandes éxitos, dejando huellas dignas de
ser seguidas, fueron hombres y mujeres que pusieron a Dios en primer lugar
- Jesús (Mt.4:10 / Jn.4:34 / Jn.5:30 / Jn.6:38)
- Josué (Jos.24:15.20-24)
- Rut (Rut.1:16)
- Los amigos de Daniel (Dn.3)
- Compare a Saúl vs. David
- Las enseñanzas de Jesús (Mt.6:33 / Jn.6:27 / Lc.9:57-61)
2. José fue un instrumento eficaz en las manos de Dios
El plan de Dios
para José no era en primer lugar el puesto ni las riquezas ni el título sino más
bien el de llegar a ser un hombre a través del cual Dios trajo salvación y
provisión para el pueblo de Israel en un momento de grande hambruna. No solo
fue José de bendición para el pueblo de Israel, sino que también llegó a ser
una gran bendición para la nación egipcia que lo acogió - aunque llegó allí por
circunstancias extrañas.
Desde el puesto al cual Dios lo llevó pudo llegar a ser
la persona que coordinaba los detalles para salvar a Egipto y a Israel de la hambruna (Gn.50:20 / Gn.45:5-8 / Is.10:7). Aunque también
notamos a un José siendo canal de bendición en posiciones menos favorables. Como
simple esclavo o empleado de la casa de Potifar todas las cosas prosperaban a
través de sus manos (Gn.39:5-6). También en la cárcel era un canal de bendición
(Gn.39:21-23). Su entrega a Dios, su actitud frente al trabajo, su estilo de
vida y el temor a Dios no cambiaban con el paso del tiempo ni con los
diferentes puestos o circunstancias que vivía.
- Otro ejemplo de una persona que fue canal de bendición sin importar el puesto o título era aquella muchacha israelita llevada como sirvienta o esclava a la casa de Naamán (2Re.5). Ella no se amargó a raíz de lo vivido por el trato de los arameos. Los arameos la sacaron de su entorno y familia y la hicieron esclava de la casa de Naamán. Desde esa posición ella hizo la conexión entre Naamán y el profeta Eliseo y el Dios de Israel. Ella no respondió con odio ni con retaliación, sino con una actitud de misericordia, amor y ayuda. Naamán es entonces sanado por Dios y finalmente Naamán se convierte a Dios y comienza a adorar al Dios de Israel (2Re.5:17-18). Compare: Hch.9:36
El plan de Dios para nuestra vida es el de hacernos sus servidores. Esto es posible hacerlo desde
cualquier posición o en cualquiera de las circunstancias que nos rodean (Mt.5:13-16 / Jer.29:7 / Ef.2:10 / Ef.6:5-9 / 1Tim.6:18 / Tit.2:7 / 1Pe.2:12).
Dios nos llama a
ser portadores de vida y de salvación. Para cumplir con los propósitos de Dios
para nuestra vida nos lleva Dios a veces a tener puestos altos, dinero, títulos,
y a veces a no tenerlos.
3. José no permitió que la amargura destruyera en su vida
José vivió momentos muy
difíciles cuando los hermanos lo vendieron injustamente a Egipto, cuando la
mujer de Potifar lo acusó falsamente y cuando el preso al que le interpretó los
sueños se olvidó de él. Todas esas experiencias fueron suficiente causa para poder
responder con venganza o amargura. José, sin embargo, venció la tentación de reaccionar con amargura y con pensamientos de
venganza.
Cuando alguien es herido por
otra persona o experimenta injusticias en la vida es fácil amargarse. Además
puede ser llevado a tomar represalias y a tomar decisiones que finalmente
afectan la toda la vida de la persona (Rom.12:17-21 / Mt.18:21-35).
José no se dejó llevar por los
sentimientos heridos, sino más bien se dejó regir por sus valores espirituales.
Así fue como venció la amargura y el resentimiento. Nunca cuestionó la soberanía de Dios ni Su amor (Gn.50:15-18). El entendía claramente
quién es Dios y como es Su carácter.
No permitió que experiencias del pasado influenciaran su comportamiento
presente ni su futuro –
el respondió al mal que le fue causado haciendo el bien (Gn.50:19-21 /
Rom.12:17-21).
José entendía muy bien que
Dios tenía todo bajo control, aun esos momentos difíciles y a ratos tan incomprensibles
(Rom.8:28s). Él puso sus ojos en lo bueno que Dios había hecho en su vida a
pesar de las dificultades de la vida (Gn.41:50-52).
El llamado de Dios en cualquiera de las situaciones que podamos vivir es a
perdonar (Rom.12:17-21 /
Mt.18:21-35). Con la ayuda de Dios y con el poder del Espíritu Santo podemos
perdonar y vivir con la paz de Dios en nuestros corazones.
Tres palabras pueden hacer un mundo de diferencia: ‘Yo te perdono’. “...soportándoos unos a otros, y perdonándoos
unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como Cristo os perdonó, así
también hacedlo vosotros” (Col.3:13).
El Nuevo Testamento nos advierte y nos hace el llamado
a cuidar la manera cómo reaccionamos frente a las
experiencias dolorosas que podemos vivir. “Airaos, pero no pequéis; no se
ponga el sol sobre vuestro enojo, ni deis oportunidad al diablo” (Ef.4:26-27).
“Mirad bien de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna
raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean
contaminados” (Hebr.12:15).
4. José venció la tentación de violar parámetros de integridad
José venció de una manera ejemplar la tentación sexual. La mujer de Potifar fue una mujer atrevida,
sensual, persistente y sin vergüenza (Gn.39:7-12). Cuando ella trató de seducir
a José, él permaneció fiel en el servicio a Dios, reconoce la bondad de su jefe
Potifar y no iba a permitir que algo llevara a que su jefe no pudiera confiar
más en él. José fue leal a Potifar y a Dios. En el momento oportuno escapa para
no comprometer su integridad (Gn.39:3-12 / 2Tim.2:22).
José estaba dispuesto a vivir
con las consecuencias de las falsas acusaciones, más no estaba dispuesto a
poner en juego su integridad. Prefiere
sufrir lo que sea, pero jamás iba a violar sus convicciones y valores
(Gn.39:20).
5. José cuidó su corazón de la contaminación con orgullo
José venció la tentación de
enorgullecerse. La prueba difícil ocurre
cuando Dios lo bendice y usa para interpretar sueños, y cuando de repente,
estando en la cárcel es elevado a una posición de poder y de riqueza. En
esos momentos surgen las preguntas: ¿Quién va a recibir la gloria? ¿Cómo va a manejar
la situación de poder?
José había decidido a temprana
edad darle la gloria únicamente al Señor (Gn.41). En todo momento reconoce José
a Dios como el Señor que está orquestando su vida (Gn.50:20). De manera especial podemos ver esto en los nombres que
José les da a sus hijos.
Es difícil imaginar lo que hubiera ocurrido si José no hubiera reconocido a
Dios en todos sus caminos. El poder, las riquezas y el éxito hubieran destruido
la vida de un gran hombre que fácilmente hubiera podido usar todas esas cosas
para sus intereses personales.
6. José permaneció siempre firme, constante e inquebrantable
José venció la tentación de rendirse. La vida de José, como lo hemos visto, estaba
marcada por muchos momentos de dolor y tristeza. Muchas adversidades azotaban
contra su vida. Sin embargo notamos a un José sirviendo en la cárcel con la
misma actitud que había demostrado en la casa de Potifar (Gn.39:23 /
Gn.40:8-22). Para José era simplemente
el cambio de jefes, pero no de actitud ni de propósito.
José usó sus dones en
cualquiera de los lugares en que se encontraba y en todo momento dio gloria a
Dios. En cualquiera de los lugares a donde llegaba, no importando la posición,
los privilegios o las riquezas, él siempre tenía una actitud de siervo y fue
así un instrumento en las manos de Dios. El
dejó de controlar las circunstancias a su alrededor y aprendió a esperar
pacientemente en Dios.
José no se rindió ante los
golpes que le proporcionaba la vida. El
seguía fiel a sus principios, aunque nadie lo observaba. Nunca se quejó
delante de Dios ni se amargó contra Dios.
Ejemplos de otras personas que pasaron por
momentos de gran estrés:
- Job (Job.1). Job también era un hombre justo que pasó por pruebas bien difíciles que en el fondo no se las había ganado, sin embargo no se apartó por ello de Dios.
- Caleb (Jos.14:6-14).
- Pablo, un gran siervo de Dios sufrió grandes penalidades mientras seguía fielmente a Dios (Hechos 19:23-33; Hch.21:27-36; Hch.27:9-26).
- La vida cristiana no es una vida sin problemas (2Cor.1:3-11 / Stg.1:2-3). Hay ataques del enemigo. Ahí está el conflicto interior entre la carne y el espíritu. Experimentamos tentaciones, pruebas, situaciones que están fuera de nuestro control como: enfermedades, accidentes, cansancio, presiones, persecución, etc.
- Lea también: Hab.3:16-19 / Lam.3:21-26.31-32. Citas en el N.T.: Stg.1:2 / Mt.5:10-12 / Lc.6:22-23 / Hch.5:41 / Rom.8:17-18 / Rom.8:35-37 / 2Cor.12:9-10 / Filp.1:29 / Hebr.10:34 / 1Pe.4:13-16 / 2Cor.1:3-11.
ASIMILANDO (2Tim.3:16-17) (Escriba sus respuestas a continuación y
comparta lo aprendido en esta lección con un grupo de estudio).
¿Qué
lecciones aprendió durante este estudio? Sea específico.
¿Qué
pasos debe tomar para corregir un comportamiento equivocado o un mal hábito? Sea específico.
¿Cuáles
retos cree usted que va a encontrar en la aplicación de esta lección en su vida
y ministerio?
Anote
a continuación una o dos peticiones de oración. Comparta estas peticiones de
oración con un grupo de estudio y permita que el grupo ore por usted. Que todos
los participantes oren los unos por los otros.
COMPARTIENDO (2Tim.3:16-17)
Comparta
con una persona lo aprendido en esta lección. ¿A quién le
compartirá? ¿Cuándo le compartirá?
REPORTE a alguien: ¿Cómo le fue? ¿Qué preguntas surgieron? ¿Cuál fue la
reacción o respuesta de la gente?
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