viernes, 29 de mayo de 2020

el servidor debe recordar (2Tim.2:8-10)

“Siempre recuerda que Jesucristo, descendiente del rey David, fue levantado de los muertos; ésta es la Buena Noticia que yo predico. Debido a que predico esta Buena Noticia, sufro y estoy encadenado como un criminal. Pero la palabra de Dios no puede ser encadenada. Por eso estoy dispuesto a soportar cualquier cosa si ésta traerá salvación y gloria eterna en Cristo Jesús a los que Dios ha elegido” (2Tim.2:8-10) NTV 

El apóstol Pablo había usado en los versículos anteriores varias analogías para describir el ministerio del siervo de Dios. Además estaba buscando animar al joven ministro Timoteo, estaba tratando de ayudarle a tener el enfoque correcto para su vida y para la tarea que le fue encomendada, y para apoyarlo a seguir adelante en medio de los retos que enfrenta un hombre en el ministerio. Ahora le hace un llamado muy especial: a que recuerde a Jesucristo.

Recordar la importancia de recordar

Me parece muy interesante que en 2 Tim.2 el apóstol le dice a Timoteo que él mismo debe recordar ciertas cosas en su vida y ministerio (2Tim.2:8) y más adelante le pide que le recuerde a la gente ciertos asuntos (2Tim.2:14).

Nosotros somos personas que fácilmente olvidamos las cosas y por eso requerimos de algo o de alguien que nos recuerde las cosas, los eventos o las personas (Sal.106:13 / Sal.103:2 / Dt.4:9 / Dt.6:12 / Dt.8:11.18 / Juec.3:7 / Sal.78:11).

Nos sorprende oír que como creyentes podemos olvidar a Jesucristo - por lo menos olvidamos algunos aspectos de Él. Si olvidamos a Jesús o si de alguna manera Él ya no es más el centro de nuestra vida o de la iglesia; si lo relegamos a un segundo plano, entonces nuestras vidas, nuestras reuniones y nuestra doctrina se desvían del propósito bíblico y solo estaremos practicando religión vacía o siguiendo una doctrina falsa.

Obviamente es demasiado fácil que olvidemos asuntos que son de importancia y que a la final son claves en el momento de tomar decisiones en la vida y en el ministerio.

  • En el Sal.103 ora el salmista animando a su propia alma a no olvidar las cosas buenas que el Señor ha hecho en su vida.
  • Los discípulos no entendían algunos principios que Jesús les estaba tratando de enseñar porque habían olvidado ciertos hechos y experiencias ya vividas. Por no recordar esas cosas tampoco eran capaces de hacer las 'conexiones' debidas (Mt.16:9).
  • La 'santa cena' es una ceremonia que nos ayuda a recordar a Jesús. Con la 'santa cena' el Señor nos está dando un instrumento para que recordemos el evento más importante de la historia: la muerte, la sepultura, la resurrección y la ascención de Cristo. También nos recuerda cómo a través de Su venida a este mundo Dios expresó Su amor para con los hombres (1Cor.11:24-25). A través de la ‘santa cena’ recordamos que la salvación es por gracia y no por obras.
  • La Biblia hace el llamado a recordar el día de reposo para santificarlo (Ex.20:8). Ese día fue instituido para que el pueblo de Israel recuerde que Dios es su proveedor, que el trabajo de seis días es suficiente para la semana (Ex.16:23-20). El día de descanso nos recuerda que Dios es el creador del cielo y de la tierra y que el descansó al séptimo día (Gn.2:3). El día de reposo también nos recuerda que somos sus hijos (Ex.31:13-14)
  • El acordarse de Dios en la juventud lleva a tomar decisiones sabias de las cuales no tenemos que arrepentirnos (Ecl.12:1).
  • Las fiestas religiosas cristianas que tenemos en el calendario, aunque a veces son muy cuestionadas, de alguna manera nos ayudan a recordar ciertos eventos históricos de la Biblia, y su importancia para la vida de un cristiano. Las festividades en sí no tienen valor si no es por la historia que hay detrás de esa festividad y su significado para el cristiano.

Recordar a Jesucristo

El apóstol Pablo acaba de animar a Timoteo diciéndole cosas que debe tener en cuenta para el ministerio efectivo. Le dice que debe ser un multiplicador, un soldado esforzado, un labrador dedicado y un atleta enfocado en la tarea a la cual fue llamado. Pero sobre todas estas cosas Timoteo debe recordar a Jesucristo resucitado.

·    El tiempo para la palabra resucitado usado en griego señala la condición permanente - Jesús ha resucitado y aún vive (Vincent´s Word Studies en E-SWORD). Pablo entonces no solo le está diciendo a Timoteo que recuerde el hecho histórico de la resurrección de Jesús, sino también la realidad del Jesús que siempre vive y que está presente en nuestras vidas (Mt.28:18-20). Esa clase de recuerdo nos alienta a seguir adelante y a aguantar cualquier dificultad y reto en la vida. El Jesús presente en nuestras vidas nos ayuda cuando las dudas nos atacan, los temores nos invaden y cuando nuestras debilidades nos atormentan (Hch.18:9-10 / 2Tim.4.17 / Jn.14:18-23 / Is.41:10 / Jos.1:5 / Mt.1:23).

·    Recordando a Jesucristo descendiente de David significa recordar que Cristo vino a este mundo como hombre - totalmente humano, y que caminó por las calles de este mundo, viviendo una vida terrenal normal, pero sin pecado. Él sabe cómo nos va a nosotros cuando somos tentados y cuando tenemos que enfrentar los desafíos de la vida en este mundo (Hebr.2:18 / Hebr.4:15 / Hebr.5:7-9), y por eso sabe cómo socorrernos en nuestros momentos difíciles.

·    'Recuerde el Evangelio que Pablo predicaba' fue otro llamado a Timoteo. En más de una cita Pablo habla de su Evangelio (Rom.2:16 / Rom.16:25 / 2Tes.2:14). No es precisamente un Evangelio inventado por Pablo sino el Evangelio que él recibió (1Cor.15:3). En 1Cor.15:1s Pablo nos aclara cuál es ese Evangelio: Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que se apareció a muchos.

·    Es por medio de ese Evangelio que podemos ser salvos, si es que retenemos (mantener en memoria) ese mensaje predicado (1Cor.15:2).

·    Si Cristo no resucitó de entre los muertos, entonces todo el sufrimiento, el esfuerzo y la entrega de un líder y predicador del Evangelio no tiene sentido (1Cor.15:30-32). La verdad de la resurrección de Cristo y la salvación de Cristo (1Cor.15:10) es la que nos anima como ministros a seguir adelante no importando los retos, los sufrimientos y el costo del ministerio. Nosotros somos salvos por medio de ese Evangelio y sabemos que otros son salvos por el mismo Evangelio, y por eso no nos cansamos de predicar ese Evangelio en el nombre de Jesús. Esa misma verdad es la que lleva al propio apóstol Pablo a aguantar sufrimientos como lo describe en 2Tim.2:9.

Recordar que la Palabra de Dios no está presa

Pablo estaba en la cárcel y su liberación parecía imposible. Sin embargo el apóstol no muestra signos de resignación ni de amargura frente a tal vivencia. La razón para semejante actitud ejemplar radica en que Pablo sabe que la Palabra de Dios no puede ser echada a prisión (o impedida) por parte de humanos. A los predicadores los pueden echar a la cárcel o matar, pero no a la Palabra de Dios (Filp.1:13-14 / 2Tim.4:17). El poder de la Palabra de Dios y su expansión en medio de grandes adversidades se ha confirmado en incontables historias a lo largo de los últimos 2000 años de cristianismo. La fe cristiana no ha podido ser erradicada por humanos y nunca lo será. Lo que le pueda ocurrir a un ministro parece ser un tema secundario, la Palabra de Dios siempre triunfará (Hch.8:1s).

Recordar el futuro

Pablo está animando a Timoteo a permanecer fiel en las tribulaciones y nos recuerda que Jesús padeció y venció y nos trajo la vida eterna. El que ahora permanece fiel a Dios en medio de grandes adversidades sigue el ejemplo y las pisadas de Jesucristo.  A la final el creyente fiel no sale perdiendo, con seguridad aprovechará los beneficios del nuevo mundo y de la eternidad (Rom.8:17 / Rom.6:8 / Apoc.3:21). El que niega a Jesús en este mundo definitivamente sale perdiendo (Mt.10:33 / Lc.9:26 - no lo reconocerá como su propiedad).

En 2Tim.2:13 leemos que si nosotros somos infieles, El permanece fiel. Esto no quiere decir que una persona que anda mal, que no busca de Dios y que no le sigue fielmente, al fin de cuentas se salva no importa cómo. Esta idea no es congruente con el resto de la Biblia. Más bien nos dice que Dios es fiel a su Palabra en cuanto a sus promesas de vida como también a los anuncios del juicio (Nm.23:19 / Hebr.6:18 / Rom.3:3s).

ASIMILANDO (2 Timoteo 3:16-17)

[1] ¿Qué lecciones aprendió durante este estudio? ¿Qué escuchó que Dios le impresionaba o hablaba durante este estudio?

[2] ¿Qué pasos va a tomar para ejecutar lo aprendido? Sea específico. ¿Cuándo va a comenzar con la aplicación de las lecciones en su vida y ministerio? ¿A quién le va a rendir cuentas acerca del proceso de ejecución de las lecciones?

[3] ¿Cuáles desafíos cree usted que va a enfrentar en la aplicación de las lecciones en su vida y ministerio? ¿Qué cosas ve usted como favorables para la aplicación de las lecciones?

[4] ¿Con quién va a compartir lo aprendido en esta lección? ¿Cuándo le compartirá?

[5] Anote a continuación una petición de oración relacionada con la sesión y la lección. Comparta con otros su petición y permita que ellos oren con usted.

jueves, 7 de mayo de 2020

oye - aprenda - acción

“Llamó Moisés a todo Israel y les dijo: "Oye,  Israel,  los estatutos y decretos que yo pronuncio hoy en vuestros oídos. Aprendedlos y guardadlos,  para ponerlos por obra (Dt.5:1) RV1995
 
  • Llamado a escuchar con atención la Palabra de Dios. Se trata de escuchar con la disposición a responder correctamente a los mandamientos de Dios (Sal.34:11 / Prov.1:5.8.33 / Mt.13:12 / Lc.8:18 / Jn.10:27 / Hebr.5:11 / Apoc.1:3).
"Vengan, hijos míos, y escúchenme, y les enseñaré a temer al SEÑOR" (Sal.34:11) NTV.

  • Llamado a aprender los mandamientos y decretos (Jos.1:8 / Sal.1:1-3 / Prov.2:1-5 / Col.3:16). Aprender es más que solo saber, es estar entrenado para la guerra. Es saber usar/aplicar la verdad en el diario vivir.
"Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene sus vidas. Enséñense y aconséjense unos a otros con toda la sabiduría que él  da. Canten salmos e himnos y canciones espirituales a Dios con un corazón agradecido" Col.3:16) NTV.

  • Llamado a guardar los mandamientos. Guardar tiene la idea de cuidar, proteger, vigilar. La doctrina sana y su enseñanza preservan la fe cristiana y animan a una vida que marca la diferencia (2Tim.3:16-17). También tiene la idea de retener (Gn.37:11 / Gn.41:35 / Sal.119:11 / Prov.3:1).
"He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti" (Sal.119:11) NTV.

  • Llamado a obedecer los mandamientos. Si no ponemos por obra la Palabra de Dios, entonces todo lo arriba mencionado no tiene mucho valor (Jos.1:7 / Dt.29:9 / Dt.5:32-33 / Dt.6:6 / 1Cron.22:13 / Mt.7:24-27 / Mt.28:20 / 1Jn.2:3-4).
"Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la  persona que construye su casa sobre una roca sólida. Aunque llueva a cántaros y suban las aguas de la  inundación y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrá abajo porque está construida sobre un lecho de roca. Pero el que oye mi enseñanza y no la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena. Cuando vengan las lluvias y lleguen las inundaciones y los vientos golpeen contra esa casa, se derrumbará con un gran estruendo" (Mt.7:24-27) NTV.

ASÍ QUE HAGAMOS LO QUE JESÚS NOS MANDÓ: “Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado” (Mt.28:20) NTV.