Asegúrate de saber cómo están tus rebaños;
cuida mucho de tus ovejas; pues las riquezas no son eternas ni la fortuna está
siempre segura. Cuando se limpien los campos y brote el verdor, y en los montes
se recoja la hierba, las ovejas te darán para el vestido, y las cabras para
comprar un campo; tendrás leche de cabra en abundancia para que se alimenten tú
y tu familia, y toda tu servidumbre (NVI) (Prov.27:23-27).
(1Tim.6:9-10 /
Lc.16:10-12 / 1Tim.6:17-19 / Mt.16:19 / Hch.8:20)
En este
estudio quiero revisar algunos de los principios financieros que la Biblia nos
da como dirección para el manejo del dinero y de las cosas materiales. En la Biblia
encontramos principios éticos que, al
abrazarlos, influyen en la toma de decisiones y en el manejo de la economía
personal, empresarial y de toda una nación. La Biblia nos da pautas muy claras
para poder establecer políticas para el buen manejo del dinero.
Un asunto del cual se habla en la Biblia:
Se dice que
en la Biblia hay aproximadamente 700
referencias directas al dinero y cientos de referencias indirectas (Jos.7:11
/ Prov.15.27 / Prov.21:6 / Prov.22:16 / Prov.28:20-22 / 1Tim.6:9-10 / 1Tim.6:17).
Casi las dos terceras partes de las parábolas que Cristo nos dejó tratan sobre
el uso del dinero y sobre una buena mayordomía. Jesús enseñó mucho acerca del dinero y su manejo (Mt.6:24 / Lc.16:9
/ Mt.13:22 / Mt.19:22 / Lc.12:15.21 / Lc.12:29-30).
Un asunto espiritual
La Biblia
nos enseña que si no manejamos bien los
asuntos financieros, entonces esto va a afectar nuestro potencial espiritual -
no se nos podrá confiar lo verdadero (Lc.16:10-11). Ser espiritual tiene que
ver entonces con saber manejar las finanzas en la vida. Definitivamente el
manejo de las finanzas personales como de una empresa es un asunto espiritual
(Lc.12:33 / Lc.18:22 / Prov.8:18-19). “La
forma en la que manejamos nuestro dinero es una expresión externa de una
condición espiritual interna” (Lc.16:10-13).[1]
Un asunto de adoración
En Mateo
6:24 nos enseña Jesús que “No se puede servir a dos señores”. Muchas veces el dinero compite con Dios por obtener el lugar clave en nuestro
corazón. El dinero tiene obviamente el poder de tomar el puesto de Dios en
la vida de un individuo y se torna así en el dios de la persona (Lc.16:3). El tema de
las riquezas y su mayordomía es un tema que está directamente relacionado
con el tema de la adoración (Prov.3:9 / Filp.4:18 / Hebr.13:16 / 2Cor.9:12).
·
Esta
cita en Mt.6:24 nos muestra primeramente que existe una lucha por ver quién
recibe nuestra adoración (1Re.18:21 / 2Re.17:41 / 2Tim.4:10 / Stg.4:4). Esta
adoración y valoración se expresa frecuentemente en la manera como tratamos los
asuntos de dinero en nuestra vida (Ez.20:31.39-41
/ Mt.4:10 / 1Jn.2:15-16).
·
“Jesús dice que podemos servir solo a un señor. Vivimos en una sociedad
materialista donde muchas personas sirven al dinero. Emplean su vida en ganar y
atesorar, solo para morir y tener que dejarlo todo. Su anhelo de tener dinero y
lo que pueden adquirir con él llega a tener mayor preponderancia que su entrega
a Dios y que los asuntos espirituales. Lo que atesore le absorberá tiempo y
energías para pensar en ello. No caiga en la trampa del materialismo porque “el amor al dinero es la raíz de todos los
males” (1Tim.6:10). ¿Podría asegurar, con toda sinceridad, que Dios es su
Señor y no el dinero? Una manera de examinarnos es preguntándonos qué ocupa
mayormente mis pensamientos, tiempo y esfuerzos” (Mt.6:24).[2]
·
El diablo tentó a Jesús ofreciéndole toda
la tierra y lo que en
ella hay, siempre y cuando Jesús se postrara en adoración delante de él. Mucha
gente hoy día está dispuesta a tomar caminos que violan los parámetros de Dios
con el solo objetivo de obtener riquezas o favores en este mundo. La gente prefiere frecuentemente servirle
al diablo que seguir a Dios con tal que consigan las cosas materiales que ellos
desean. Cuando Jesús es tentado por el diablo Él aclara que solo a Dios se
le adora. Jesús fue, entre otras cosas, tentado a adorar el diablo para recibir
las tierras de este mundo que de todas maneras iba a obtener, pero no de esa
manera (Mt.4:8-10). Cuando las cosas de
este mundo y sus riquezas toman un lugar privilegiado en la vida de una
persona, entonces hacen a Dios su enemigo (Stg.4:4 / 1Jn.2:15-16). Recuerde
también la historia del joven rico en Mt.19:16-23 quien por el amor al dinero
dejó de seguir a Jesús.
·
La manera en que administramos el dinero afecta
nuestra comunión con Dios
(Mt.25:21): Por un poco de dinero Judas
fue capaz de traicionar a su Maestro (Mt.26:14-15). Con dinero fueron comprados
los guardias, para que dijeran
mentiras, y la verdad de la resurrección no fuera confirmada por los guardias
(Mt.28:11-15). Con dinero podemos influir en la gente a tomar decisiones
equivocadas. La historia del joven rico
mencionada en Lucas nos muestra los efectos trascendentales que puede tener el
mal manejo del dinero (Lc.18:18-30). El
dinero (amor al dinero) mantuvo a este joven alejado de las verdaderas
bendiciones de Dios, aunque en términos generales el joven era buen chico y muy
religioso. Los primeros problemas
internos de la iglesia en el libro de los Hechos ocurrieron a raíz del mal
manejo de asuntos financieros (Hch.5:1-11 / Hch.6:1-4).
Un asunto de liderazgo
En 1Tim.3:3
leemos respecto a las cualidades que
debe tener un líder. Allí dice la Biblia que el líder debe ser, entre otras
cosas, alguien con la cualidad de: “… no
avaro… ". Es obvio que el líder
en la iglesia debe ser alguien quien sabe manejar los recursos financieros
correctamente (Is.56:11 / Jud.1:11 / Jer.8:10 / Mt.21:13 / Jn.10:12-13 /
Jn.12:5-6 / Hch.8:18-21 / Hch.20:33 / 2Pe.2:3.14-15). Los valores espirituales
(tesoros en el cielo) son superiores que las riquezas de éste mundo
(Mt.6:19-24), pero por el otro lado si no somos competentes en el manejo de las
riquezas, entonces seremos descalificados para manejar las riquezas
espirituales del Reino de Dios (Lc.16:10-12).
Un asunto de integridad
Notamos que
no solo la gente que no sigue a Dios tiene problemas con el manejo del dinero,
también los cristianos luchan con diferentes problemas financieros. Nosotros,
los cristianos, estamos sujetos a las mismas tentaciones que los no creyentes
(1Tim.6:9-10). Para escapar de las trampas relacionadas con el manejo de las
riquezas tenemos que seguir los principios que la Biblia nos enseña en cuanto
al manejo de este asunto.
La integridad de una persona se mide entre otros asuntos en el área de
las finanzas y en cómo se manejan las riquezas materiales. La forma en la que cada uno toma decisiones económicas revela los
principios y valores que han sido abrazados y que marcan la vida de una persona.
Si alguien decide sobornar a un policía, pasar algún equipo de contrabando por
la aduana, mentir en la declaración de impuestos o escuchar música de un CD ‘pirata’,
etc., solamente muestra lo que realmente valora en su vida (tiempo, dinero,
etc.) y qué lugar ocupan los principios de la Palabra de Dios en su corazón y
en el diario vivir. Dios nos llama a ser
honestos en todas las áreas, aun en las cosas más pequeñas. Lo que ocurre
en lo secreto de nuestra vida es importante para Dios (Mt.6). El Dr. Luis Palau
dijo una vez que “en la vida secreta
está el secreto”.
La manera
en la que manejamos el dinero es un indicador de nuestra relación verdadera con
Cristo, y demuestra si creemos en Dios, si obedecemos los principios que nos
revela la Biblia o si simplemente somos cristianos por nombre. El llamado de la
Biblia a nosotros los hombres es muy claro: Debemos tener orden en los asuntos financieros, debemos entonces revisar
nuestras actividades, nuestro corazón y también nuestras políticas financieras
a la luz de la Biblia.
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