jueves, 20 de diciembre de 2012

Fueron de prisa (Lc.2:16)


La Historia del nacimiento de Jesús en la Biblia nos relata cómo unos pastores, que se encontraban cerca del lugar donde Jesús había nacido, tuvieron un encuentro con un ángel, que les anunció que el Salvador, el Mesías, había nacido en Belén, en la ciudad de David (Lc.2). Los pastores entendieron que el anuncio venía de Dios y que algo importante había ocurrido. A este mensaje los pastores responden con entusiasmo, deciden ir al lugar de los hechos y allí encuentran a Jesús, así, cómo se les había avisado. Lo que me causa curiosidad es lo que nos dice Lc.2:16: ‘Fueron de prisa a la aldea…’.
Esta fue la misma reacción de María, después de haber escuchado que iba a dar a luz un hijo, al cual debía llamar Jesús, el Hijo del Altísimo. María escuchó además, que una de sus parientes, en edad avanzada y, que por toda la vida había sido estéril, ahora estaba embarazada (Lc.1). Poco después ella va de prisa a la zona montañosa de Judea a visitar a Elizabeth, su pariente (Lc.1:39). En ambos casos notamos que ‘fueron de prisa’ a los lugares dónde Dios era el centro de los asuntos y dónde Dios estaba haciendo historia. ¿Cómo respondemos nosotros cuándo Dios nos habla o cuando quiere hacer algo en nuestra vida? ¿Vamos de prisa a dónde las cosas de Dios son el centro? ¿Cuáles son las cosas que nos distraen o que nos desvían de aquellos asuntos que de verdad son trascendentales? Vivimos en tiempos de muchas carreras, de muchas exigencias, de un sinnúmero de compromisos, pero, ¿a dónde nos lleva esa carrera?
  • Cuando María Magdalena y la otra María fueron a ver el sepulcro de Jesús y, después de que escucharon y notaron que Jesús había resucitado, ‘salieron del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las buenas nuevas a sus discípulos’ (Mt.28:8) (NTV).
  • La mujer samaritana, que tuvo un encuentro especial con Jesús y, que parece haber entendido que Jesús es el Mesías, no pierde ningún instante, sale corriendo, regresa a la aldea, para decirle a su gente lo que había experimentado y para anunciar a aquel quién fue el que cambió su vida: La mujer dejó su cántaro junto al pozo y volvió corriendo a la aldea mientras les decía a todos: ‘¡Vengan a ver a un hombre que me dijo todo lo que he hecho en mi vida! ¿No será éste el Mesías?” (Jn.4:28-29) (NTV).
  • Zaqueo respondió al llamado de Dios bajando rápidamente del árbol y, ‘lleno de entusiasmo y alegría, llevó a Jesús a su casa’ (Lc.19:1-10).


¿A DÓNDE VAMOS NOSOTROS DE PRISA? ESPECIALMENTE DURANTE ESTE TIEMPO DE NAVIDAD HAY MUCHA PRISA PARA MUCHAS COSAS, PERO ESTAMOS CORRIENDO HACIA LO QUE DE VERDAD VALE LA PENA? ¿ESTAMOS EN ESTOS TIEMPOS CORRIENDO PARA TENER UN ENCUENTRO CON DIOS? DIOS NOS AYUDE A ENFOCARNOS EN LO TRASCENDENTAL

1 comentario:

  1. Es cierto estamos muy estresados y preocupados por lograr nuestras metas profesionales ,economicas etc pero son cosas que no duran mucho y proclamar la salvacion parra ello no tenemos tiempo ni compromiso con nuestros vecinos y vompañeros de trabajo.Es una buena reflexion que debemos meditar.Gracias por compartir y poder comentar

    ResponderEliminar