lunes, 30 de abril de 2018

No apague; avive - el fuego del Espíritu Santo

"No apaguéis el Espíritu; no menospreciéis las profecías" (1Tes.5:20) LBLA : . . . "Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención" (Ef.4:30) LBLA .. . . . "Vosotros, que sois duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, resistís siempre al Espíritu Santo; como hicieron vuestros padres, así también hacéis vosotros" (Hch.7:51) LBLA

((COMO SIEMPRE, recomiendo tomar el tiempo para leer las citas bíblicas acá anotadas y sacar sus propias conclusiones))

Que el Espíritu Santo, el omnipotente Espíritu de Dios, pueda ser restringido por nosotros en sus operaciones tanto en la vida personal como en la iglesia es un tema que con seguridad nos sorprende.
Pero el apóstol Pablo nos llama en varias ocasiones a no apagar (1Tes.5:20) o entristecer (Ef.4:30 / Is.63:10 / Mr.3:5) el Espíritu Santo. Otras citas hablan de resistir al Espíritu Santo (Hch.7:51), de cansar a Dios (Is.7:13 / Is.43:24), de irritar a Dios (Ez.4:30). Esto definitivamente no es beneficioso para nosotros.
Es claro que el Espíritu Santo quiere obrar en y a través de nosotros. Sin embargo, es obvio que nosotros podemos restringir el fuego del Espíritu Santo y limitar su impacto en nuestra vida y en la vida de la iglesia.

¿CÓMO PODEMOS RESTRINGIR EL IMPACTO DEL ESPÍRITU SANTO?

  • "NO APAGUEN AL ESPÍRITU SANTO. No se burlen de las profecías, sino pongan a prueba todo lo que se dice. Retengan lo que es bueno" (1Tes.5:19-21) NTV - habla de resistir, dificultar, restringir (apagar, como se apaga un fuego) las operaciones del Espíritu Santo en la iglesia; especialmente al desestimar profecías (contarlas como nada o como sin sentido o de poco valor) o aun llegar a prohibir profecías (1Cor.14:37-39) o desestimar la predicación sana de la Palabra de Dios. La desobediencia y el rechazar las enseñanzas de la Palabra de Dios es calificado como rechazar a Dios, quien da el Espíritu Santo (1Tes.4:8). ENTONCES el apagar al Espíritu Santo tiene que ver con la manera cómo respondemos a las cosas que Dios nos dice en forma de profecías o a través de la predicación de la Palabra de Dios. 
    • IMPORTANTE notar que el no apagar el Espíritu Santo de ninguna manera significa dejar de probar o examinar si las cosas dichas son del Espíritu y si van de acuerdo a la Palabra de Dios; probar, discernir, examinar con el fin de aprobar (1Tes.5:21).
  • "NO ENTRISTEZCAN al Espíritu Santo de Dios con la forma en que viven" (Ef.4:30). De todo creyente en Cristo nacido de nuevo se espera que crezca en la salvación manifestando cada vez más la imagen de Dios en su vida (Gal.4:19 / Rom.13:14 / Ef.4.24 / Filp.2:5 / Col.3:10). La rebelión y el seguir a dioses falsos entristece el corazón de Dios (Sal.78:40); también el rehusar cumplir con los mandamientos de Dios (Sal.95:10 / Is.43:24 / Is.63:10 / Ez.16:43 / Hebr.3:10,17), como la dureza de corazón (M3:5 / Hch.7:51).
    • IMPORTANTE notar que no son solamente los pecados que a veces consideramos como 'tremendos', como lo son posiblemente todos aquellos relacionados con inmoralidad sexual, robo, asesinato, etc., sino que igualmente entristecen al Espíritu Santo aquellos pecados que con frecuencia descuidamos en tratar como pecados: lenguaje grosero y ofensivo, hablar cosas inútiles, amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta (Ef.4:29-32).
  • "¡Pueblo terco! Ustedes son paganos de corazón y sordos a la verdad. ¿Se RESISTIRÁN PARA SIEMPRE AL ESPÍRITU SANTO? . . . Deliberadamente desobedecieron la ley de Dios, a pesar de que la recibieron de manos de ángeles" (Hch.7:51-53) NTV - A pesar de que Dios habla, insiste y persiste en hablarnos puede ocurrir que nosotros insistimos en no poner atención a sus llamados al arrepentimiento y a la obediencia para que nos vaya bien (Is.65:1-3 / Prov.1:24 / Mt.23:37 / Lc.13:34 / Lc.19:41-42 / Dt.5:29 / Ez.33:11). El endurecimiento del corazón frente a la palabra de Dios que nos llega una y otra vez es uno de los peligros más grandes (Sal.95:7-8 / Hebr.3:13,15). El endurecimiento del corazón, junto con la desobediencia a Dios nos pueden llevar a negar la fe, a negar a Dios y a perder todo (Hebr.10:26-29).

Debemos entender que sin el poder del Espíritu Santo y Su obra en nosotros no vamos a llegar muy lejos. Necesitamos Su poder para hacer la obra a la que Él nos ha llamado (Hch.1:8). Solo con su poder podemos vivir una vida que marca la diferencia - dependemos de Él totalmente para vivir una vida que le agrada y que sirve efectivamente (Col.1:10-12 / Ef.3:16-17 / Filp.4:13 / Hch.11:24). Por Su Espíritu recibimos cada quien dones para servir - los dones del Espíritu Santo son una señal de su presencia en nosotros (1Cor.12). Siempre debemos buscar estar continuamente llenos del Espíritu Santo (Ef.5:15-20 / Col.3:16 / Lc.11.13 / Hch.2:13-18). Es el Espíritu Santo quien produce en nosotros los frutos del Espíritu (Gal.5:22-25).

ASÍ QUE NO APAGUE, MÁS BIEN AVIVE EL FUEGO DEL ESPÍRITU SANTO.

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