martes, 20 de agosto de 2019

imitar - ¿a quién y qué?

"Hermanos, sed imitadores míos, y observad a los que andan según el ejemplo que tenéis en nosotros. Porque muchos andan como os he dicho muchas veces, y ahora os lo digo aun llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo cuyo fin es perdición, cuyo dios es su apetito y cuya gloria está en su vergüenza, los cuales piensan sólo en las cosas terrenales. Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo, el cual transformará el cuerpo de nuestro estado de humillación en conformidad al cuerpo de su gloria, por el ejercicio del poder que tiene aun para sujetar todas las cosas a sí mismo" (Filp.3:17-21) LBLA

Dios nos ha llamado a ser luz y sal en este mundo para así influenciar el mundo (Mt.5:13-16). El apóstol Pablo esperaba que todo creyente experimentara crecimiento espiritual y cambiara más y más a la imagen de Cristo (Filp.2:5 / Filp.2:1-11 / Gal.4:19 / Rom.8:29 / Rom.13:14 / Ef.4:24 / Col.3:10).
Ahora el apóstol nos está diciendo que así como vamos cambiando podemos invitar a otros a que nos imiten. No se trata de imitar métodos o formas, sino la vida que ha sido marcada por el pensamiento y la conducta de Cristo (Filp.3:17 / Filp.4:9 / Filp.2:1-11 / 1Cor.4:16 / 1Cor.11:1 / 1Tes.1:6 / 2Tes.2:10-14 / 2Tes.3:7-9 / 1Tim.4:12 / Hebr.13:7 / 1Pe.5:3).

LA IMPORTANCIA DE LA DINÁMICA DE LA IMITACIÓN:

El pasaje en Filp.3:17 nos está haciendo un llamado a imitar a cristianos maduros en Cristo para obtener como fruto una vida cristiana al estilo de Jesús. Una de las maneras como podemos progresar en la vida cristiana es a través de la imitación de personas que siguen a Cristo y que muestran una vida cambiada por el poder de Dios.

En la carta a los filipenses notamos que hay 4 generaciones representadas y que podemos imitar: [1] JESÚS (Filp.2:1-11); PABLO quien sigue las pisadas de Cristo (Filp.3:17 / 1Cor.11:1); aquellos que son IMITADORES DE PABLO (Filp.3:17); los FILIPENSES (Filp.3:17). Esto nos muestra cómo el cristiano debe ser un ejemplo que otros deben poder imitar (es un proceso que se reproduce); los líderes deben de manera especial recordar esta verdad (1Pe.5:3).

Pablo nos desafía a cambiar a la imagen de Cristo siguiendo su ejemplo y el ejemplo de otros cristianos maduros (Filp.3:15,17). Sin embargo también nos advierte y dice que nos cuidemos de no seguir a los falsos maestros o a los enemigos de la cruz de Cristo (Filp.3:18-19).

Necesitamos modelos que podemos observar de cerca para poder aprender y seguir la verdad encarnada. Cuando vemos que otros pueden vivir como Cristo lo espera de nosotros, entonces eso nos inspira a seguir ese mismo camino. Imitar a otros creyentes cristianos maduros en Cristo es parte necesaria de la dinámica del progreso cristiano y del discipulado. ¿Podemos decirle a otros, como lo hizo Pablo, que nos imiten a nosotros? ¿Qué tipo de cristiano llegaría a ser un nuevo creyente si él le sigue a usted? ¿A quién imita usted? ¿Qué cosa en la vida de esa otra persona causa que usted lo quiere imitar?

Es verdad que debemos ante todo estudiar y observar la vida de Cristo, su manera de pensar y su manera de andar en la vida (Filp.2:1-11), pero también requerimos de ejemplos cercanos que modelan hoy el pensamiento y la vida cristiana. Igualmente debemos ser nosotros ejemplo para otros; en especial nosotros los líderes (1Tim.4:12 / Tit.2:7 / 1Pe.5:3).

¿QUÉ IMITAR?

¿Qué es lo que el apóstol Pablo quiere que imitemos? ¿Qué específicamente quiere Pablo que veamos en su vida y que estemos imitando?

En los versículos inmediatamente anteriores a Filp.3:17 nos habla de su pasión por alcanzar  aquello para lo cual también fue alcanzado por Cristo Jesús (Filp.3:12). Y sigue diciendo que él prosigue hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Filp.3:14). Su pasión era Cristo - Su manera de pensar y su manera de vivir; y Pablo quería ver esas características formadas en su vida y en la de todo creyente (Filp.2:1-11). Además quería Pablo llegar bien a la meta, un día estar con Cristo en la eternidad (Filp.3:1-11 / 2Tim.4:5-8).

Después sigue el apóstol explicando a quién debemos imitar y por qué imitar a los modelos correctos.
Al estudiar el texto notamos una advertencia de Pablo: nombra a aquellos a los cuales no debemos imitar en ningún momento: "Pues ya les dije varias veces y ahora se los repito de nuevo con lágrimas en los ojos: hay muchos cuya conducta demuestra que son verdaderos enemigos de la cruz de Cristo. Van camino a la destrucción. Su dios son sus propios apetitos, se jactan de cosas vergonzosas y sólo piensan en esta vida terrenal" (Filp.3:18-19) NTV. 
Este tipo de gente podría muy bien estar también presente en la iglesia de los filipenses. Su conducta era un escándalo y en ningún momento un modelo a seguir. De hecho, ellos son calificados como enemigos de la cruz de Cristo - gente que vive como si nunca van a tener que rendir cuentas; puede ser gente que tergiversa la libertad cristiana.

A los que debemos imitar son aquellos que buscan con todo el posible esfuerzo ser cambiados a la imagen de Cristo porque esperamos la venida de Cristo y no queremos ser encontrados en el lugar equivocado y viviendo la vida equivocada. Como ciudadanos del cielo vivimos de manera diferente (Filp.3:7): "En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo. Y esperamos con mucho anhelo que él regrese como nuestro Salvador. Él tomará nuestro débil cuerpo mortal y lo transformará en un cuerpo glorioso, igual al de él. Lo hará valiéndose del mismo poder con el que pondrá todas las cosas bajo su dominio" (Filp.3:20-21) NTV. 
A este segundo grupo de personas es al que debemos imitar. Lo que debemos imitar es la pasión y el caminar de Pablo por agradar a Dios y servir al prójimo - su enfoque era el cielo (Filp.4:9 / Filp.1:12-18,23-26 / Filp.2:17-18 / Filp.2:5-8). Los romanos, donde sea que iban o vivían, se vestían al estilo de Roma, hablaban el latín y se comportaban como ciudadanos de Roma. Igualmente estamos llamados a vivir según los parámetros del cielo.

La esperanza del cristiano es pasar un día de este estado de debilidad y de tener un cuerpo mortal a tener un cuerpo glorioso, igual al de Cristo. El cristiano no vive para esta tierra y vida, sino para lo que viene después de la vida terrenal. Es por eso que ya es una persona que marca la diferencia.

APLICACIÓN / REFLECCIÓN:

¿Qué lecciones aprendió durante este estudio? Escriba en un cuaderno de notas una o dos frases completas que resuman las lecciones aprendidas.

¿Debe arrepentirse de algo? - sea específico/a ¿Qué pasos debe tomar para ser obediente a los mandatos de Cristo? Sea específico.

Anote una petición de oración; y use este asunto para orar en este instante a Dios.

Comparta con una persona lo aprendido en esta lección. ¿A quién le compartirá? ¿Cuándo le compartirá?

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