martes, 15 de febrero de 2022

¿para qué ese desperdicio?

¿Para qué este desperdicio? ¿Derramaría usted su vida por Jesús? ¿Cuánto le vale Jesús? En Mt.26:1-13 leemos acerca de una mujer (Juan dice que fue María - Jn.12:2-3) que unge a Jesús con un costoso perfume. Las reacciones no se hicieron esperar. 

Algunos no estaban en aquella reunión porque estaban ocupados haciendo planes para eliminar a Jesús. Él no cabía en sus vidas ni en su teología. Cambiar no querían (Mt.26:1-5 / Hch.4:23-31). Para otros, el Nazareno, a quien habían visto crecer, y ahora escuchaban, y cuyas obras habían apreciado, era un hombre muy sencillo - hijo del carpintero. Además, los incomodaba con Su mensaje. Enfurecidos lo expulsaron del pueblo, lo querían tirar por un precipicio (Lc.4:16-30 / Mt.13:53-58). Pero aguarde, hay otros para quienes Jesús tampoco es importante. Se dice que hay dos clases de "ateístas": los que niegan a Dios (y a Jesús) y los que viven como si Jesús no existiera - también ellos son enemigos de la cruz de Cristo (Filp.3:17-19). ¿Cuántos libros se escriben hoy día para desacreditar a Jesús, Su muerte y resurrección? ¿Cuántos prefieren creer en la teoría de la evolución, en vez de creer en el Dios Creador del cielo y de la tierra? ¿Cuántos prefieren definir sus valores y ética sin considerar los mandamientos de Dios para no tener que rendirle cuentas a nadie?

Hay otra actitud. Se trata de aquellos que se acercan a Jesús porque solamente buscan algo de Él. Le abren un cierto espacio mientras Jesús les dé cosas. Los diez leprosos fueron sanados, pero solo uno regresó a dar gracias (Lc.17:11-18) - me imagino que Simon no pertenecía a los desagradecidos (Mt.26:6). Multitudes fueron bendecidas con comida, pero solo regresaban por más comida y no por tener una relación con el Gran Dador (Jn.6:1-26,35,53). No, ellos no buscaban a Jesús, buscaban sus dádivas. ¿Con qué motivo sigo a Jesús? Claro que Dios sí nos desea bendecir, pero, ¿Qué de una relación íntima marcada por la verdadera entrega y adoración?

Los discípulos se indignan por lo que María acababa de hacer (Mt.26:8-9). Judas es el vocero (Jn.12:4-5). De repente sienten una carga por los pobres. Es verdad, ese perfume representa mucho dinero que puede ser usado para otras cosas, pero, ¿hasta dónde puede ir el aprecio por el Señor? Como sea, es el momento correcto, es la oportunidad, es la persona correcta, y es un acto profético anunciando Su muerte y resurrección. La falta de sensibilidad y tacto de los discípulos impresiona -  ¿no recordaban que Jesús pronto va a enfrentar la crucifixión? Además, la mujer es públicamente ofendida. ¿No merecía Jesús el trato que la mujer le estaba dando? A veces somos tentados a darle a Dios lo que nos sobra, o lo segundo mejor de nuestro tiempo, dinero, energía, años. Algo así como lo mejor para mí y el resto para Dios  (Mr.12:41-44 / Malq.1:7-13). Dios nos ayude a seguir los ejemplos de María y de las iglesias en Macedonia que primero entregaron su corazón a Dios y sobresalieron por su amor y dedicación (2Cor.8:2-5 / Rom.12:1).

María marcó la diferencia. En su amor por el Señor, quien le había perdonado, en cuyo hogar sanó a Simón el leproso y resucitó a Lázaro, ella derramó el costoso perfume (equivalente al salario de un año) sobre Jesús en señal de amor, sacrificio y verdadera adoración (Mt.26:7). Esta era una oportunidad única. Un acto cuya fragancia iba a perdurar. María ya se había destacado en otra ocasión (Jn.11 / Lc.10:38-42). ¿Merece Jesús que derramemos delante de Él nuestra vida en acción de adoración? Creo que sí. Lo hizo Abraham, quien temiendo a Dios no le negó a Dios ni siquiera el hijo, el único hijo (Gn.22). Lo hicieron Daniel y sus amigos - ellos estaban dispuestos a dar su vida y no rebajar sus valores (Dn.3:16-19 / Dn.6). Lo hizo José quien temiendo a Dios no se involucró con la mujer de Potifar (Gn.39:1-12). ¿Y qué de los tantos héroes de la fe registrados en Hebreos 11 (Lc.14:33 / Filp.3:8 / Mt.6:20)? Quiero “desperdiciar” mi vida por Cristo. PJOJ

ASIMILANDO

Profundice su estudio y reflexión, personalmente o en un grupo pequeño

Observe

Lea con detenimiento los pasajes anotados en esta reflexión y resuma en sus propias palabras el mensaje o historia (si estudia con un grupo pequeño decidan quién hará el resumen).

Descubra

  • ¿Qué dice la cita bíblica acerca de Dios, Su carácter y Sus obras?
  • ¿Qué dice la cita bíblica acerca de los humanos? (actitudes, acciones, carácter). 
  • ¿Qué lección está aprendiendo? ¿Hay un mandamiento para obedecer? ¿Cuáles son los principios aplicables eternamente?

Aplique

Escriba en un cuaderno sus conclusiones.
¿Hay algo para dar gracias a Dios? ¿Algún asunto del cual debe arrepentirse?
¿Qué pasos va a dar para aplicar lo aprendido? ¿Cuándo?
¿Con quién va a compartir lo aprendido? ¿Cuándo?

Ore

Tome ahora un tiempo para orar (o escriba su oración) usando las conclusiones del estudio y la reflexión. Oren en el grupo los unos por los otros siguiendo lo aprendido.
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