martes, 5 de octubre de 2021

un consejo acerca de la salud física

"No sigas bebiendo sólo agua; toma también un poco de vino a causa de tu mal de estómago y tus frecuentes enfermedades" (1Tim.5:23) NVI.

Según 1Tim.5:23 entendemos que Timoteo, un líder cristiano y miembro del equipo del apóstol Pablo, sufría un problema de salud - un asunto relacionado con su estómago. ¿Por qué tomaba Timoteo exclusivamente agua? ¿Tendrá esto relación con lo que leemos en el Antiguo Testamento? Allí leemos que a los siervos de Dios no se les permitía comer o beber productos derivados de la vid, debían dejar el vino y otras bebidas alcohólicas (Nm.6:2-3 / Jer.35:5-7). ¿Quería Timoteo cumplir con esa regla del Antiguo Testamento? ¿O tenía Timoteo otros argumentos para no tomar un poco de vino en favor de su salud?

Como sea, este versículo inspirado por Dios contiene lecciones que nosotros hoy día debemos considerar.

Aclaremos, este pasaje no dice que todos los cristianos con problemas estomacales deberían tomar vino. Y tomar vino tampoco soluciona todos los problemas estomacales. Tampoco nos dice este versículo que no podemos orar por sanidad. Lo que aprendemos primeramente de este pasaje es que aun cristianos, también sus líderes, se pueden enfermar y luchar con temas de su salud. Es interesante notar que el apóstol Pablo no reprende a Timoteo por no tener suficiente fe. De hecho, leemos en otros pasajes a Pablo elogiando a Timoteo por su carácter cristiano y por su fe - Timoteo fue un buen cristiano y líder (Filp.2:19-22 / 2Tim.1.5). 

Ahora, no es sabio sacar conclusiones rápidas y generales acerca del tema de la sanidad usando un solo pasaje sin leer acerca del tema en toda la Biblia. El tema tiene que ver con mucho más que con tomar un poco de vino o con una fórmula simplista. Tenemos que reconocer que hay algo de misterio en el asunto - a veces Dios interviene directa y poderosamente y en otras lo sentimos alejado del asunto; además debemos ser responsables cuidando nuestra salud física. Sin embargo, al final no tenemos el control de los resultados. Algunos sanan y otros no. 

Como sea, Jesús es el Sanador - esta verdad nunca cambia. Esto no nos libera de la responsabilidad de cuidar nuestra salud física comiendo saludablemente, haciendo ejercicio, descansando adecuadamente y en caso dado tomar la medicina respectiva - ninguna maquina funciona sin que se le haga el mantenimiento respectivo, tampoco el cuerpo. Oramos y seguimos orando por la intervención divina. Y al final de todo, dejamos el resultado en las manos de Dios, Él es el Soberano (2Cor.12:7-10 / Filp.2:25-28 / Ex.15:16 / Mt.4:24 y Mt.8:14-17 / Sal.103:3 / Stg.5:13-16 / Mr.16:17-18 / Lc.4:17-19 / Job 5:18 / Dt.32:39). Y no olvidemos que llega el día cuando el Señor 'secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más' (Apoc.21:4) NTV.

Ah, y tengamos en cuenta, este versículo no nos da permiso para dar rienda suelta a los apetitos y deseos naturales, pero tampoco hace un llamado al ascetismo exagerado. Balance es la clave.

ASIMILANDO

no dude en leer los contextos de los textos

[1] LEA las citas arriba anotadas. ¿Qué dicen estos textos? ¿Qué significan estos pasajes para nosotros hoy día? ¿Qué lecciones aprendemos de ellos? ¿Hay algo de lo cuál deba arrepentirse? ¿Hay algo que deba cambiar en su vida, alguna actitud, alguna costumbre? ¿Qué pasos debe tomar para cumplir con el mandato de Cristo? 

[2] Use este devocional/estudio para reflexionar y dialogar al respecto con otra persona, con la familia o un grupo pequeño. ¿Con quién y cuándo quiere compartir lo aprendido?

[3] ORE(n) a Dios Padre en el cielo usando estos versículos.

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