martes, 26 de octubre de 2021

cálculos equivocados (Lc.16:19-31)

Cálculos equivocados (Lc.16:19-31). ¿Cuál fue el verdadero problema de este hombre rico? La parábola del hombre rico y de Lázaro aparece luego de Lc.16:9-17. Allí se describen a los fariseos como gente que amaba mucho su dinero, que les importaba mucho impresionar a la gente, que poco les interesaba lo que valora Dios. Ellos pensaban que la riqueza era una señal de bendición de Dios y la pobreza un castigo - una teología que les convenía.

Jesús nos enseña que las cosas materiales dadas por Dios son para administrarlas según las expectativas de Dios. Debemos ser responsables y fieles con lo poco. La manera cómo manejamos lo poco nos ayuda a ser fieles con lo mucho (Lc.16:10). No olvidemos que tendremos que rendir cuentas a Dios (Rom.14:12). Apariencias no convencen a Dios, Él conoce el corazón. Lo que la gente alaba puede ser detestable a Dios (Lc.16:15). No confiemos en las riquezas, seamos ricos en buenas acciones (1Tim.6:17-19). Hay que hacer bien los cálculos.

¿En qué se equivocó el hombre rico? Notamos que el hombre solo invirtió en su vida personal, en lo material, en lo pasajero, en la satisfacción personal y no en la eternidad. Precisamente fueron esas cosas las que lo cegaron - no veía que también el tenía que morir (Lc.12:20 / Sal.73:18-20 / Sal.49:6-12,16-19 / Stg.5:1-6 / 1Tim.6:9-10). Esta vida no es el todo de nuestra existencia -hay más. Los tesoros terrenales son pasajeros, vulnerables y para nada seguros. Además, donde está nuestro tesoro revela lo que hay en nuestro corazón y si Dios nos importa o no (Mt.6:19-24). Hagamos bien nuestros cálculos.

El hombre rico también se equivocó al no considerar al prójimo (Lc.16:21). Lo único que él aportaba a la vida del pobre Lázaro eran las sobras de su mesa. El rico no fue acusado por ser rico, sino por lo que no hizo. El prójimo y sus necesidades no eran parte de sus consideraciones, aun teniéndolo a la vista. Recordemos lo que nos dice Jesús acerca de lo que importa en la vida: "Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es igualmente importante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (Mr.12:30-32) NTV. El joven rico mencionado en Lc.12:13-21 tampoco hizo bien sus cálculos - quiso asegurar su futuro terrenal sin ser rico en su relación con Dios. Gracias a Dios por buenos ejemplos como el del buen samaritano (Lc.10:25-37). 

'Padre eterno, ayúdame a hacer bien los cálculos, a ponerte siempre en primer lugar, a considerar la eternidad para así tomar las mejores decisiones. Señor, quiero ser sensible a las necesidades del prójimo y actuar de tal manera que te honre a Ti. Deseo ser alguien quien invierte en el lugar correcto y que hace tesoros en el cielo al mostrar verdadero amor al prójimo. Que no tengas que usar circunstancias difíciles para enseñarme lo que importa, sino que sea la Palabra de Dios la que me enseñe a vivir'.

ASIMILANDO

no dude en leer los contextos de los textos

[1] LEA las citas arriba anotadas. ¿Qué dicen estos textos? ¿Qué significan estos pasajes para nosotros hoy día? ¿Qué lecciones aprendemos de ellos? ¿Hay algo de lo cuál deba arrepentirse? ¿Hay algo que deba cambiar en su vida, alguna actitud, alguna costumbre? ¿Qué pasos debe tomar para cumplir con el mandato de Cristo? 

[2] Use este estudio para reflexionar y dialogar al respecto con otra persona, con la familia o un grupo pequeño. ¿Con quién y cuándo quiere compartir lo aprendido?

[3] ORE(n) a Dios Padre en el cielo usando estos versículos.

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