lunes, 29 de abril de 2019

El impacto digital vs face to face


"Todos los creyentes se dedicaban a las enseñanzas de los apóstoles, a la comunión fraternal, a participar juntos en las comidas (entre ellas la Cena del Señor), y a la oración. Un profundo temor reverente vino sobre todos ellos, y los apóstoles realizaban muchas señales milagrosas y maravillas. Todos los creyentes se reunían en un mismo lugar y compartían todo lo que tenían. Vendían sus propiedades y posesiones y compartían el dinero con aquéllos en necesidad. Adoraban juntos en el templo cada día, se reunían en casas  para la Cena del Señor y compartían sus comidas con gran gozo y generosidad, todo el tiempo alabando a Dios y disfrutando de la buena voluntad de toda la gente. Y cada día el Señor agregaba a esa comunidad cristiana los que iban siendo salvos" (Hch.2:42-47) NTV

Personalmente aprecio mucho toda la tecnología digital -  de verdad que nos ayuda a ejecutar ciertas tareas de manera efectiva y rápida. Las redes sociales, los mensajes de texto, las páginas WEB, los BLOG, etc. - todo esto puede ser un gran recurso si se usa de manera correcta. Podemos enviar a través de ellos información, pedir rápidamente y sin complicaciones apoyo en oración, podemos anunciar las Buenas Nuevas, y mucho más. Sin embargo, cuando de discipular se trata, un mensaje de texto enviado, una nota en una red social o un estudio bíblico en una pagina WEB no lo es todo.

El contacto personal, el tomarnos una tasa de café juntos, el vernos cara a cara, el desarrollo de amistades profundas (no el tipo de amistades al estilo de las redes sociales), el reírnos y llorar juntos, la comunión cristiana, el estudio de la Biblia, el diálogo y la oración en grupos pequeños, etc. son las cosas que marcan nuestra vida de manera especial y nos ayudan a crecer espiritual y emocionalmente.
Jesús fue a donde estaba la gente, se relacionaba con ella, les ministraba de cerca, las tocaba, comía con las personas, hablaba con ellas, oraba y lloraba con los afligidos. Fue así como Jesús hizo de sus discípulos hombres que impactaron su mundo.

La iglesia tiene una gran oportunidad de hacer lo mismo hoy día. Si la iglesia pierde este principio/dinámica que Jesús demostró, entonces pierde su impacto en la sociedad. La gente está necesitada del toque personal, de relacionamientos sinceros, de amistades verdaderas, de caminar juntos, de aprender juntos, de apoyo mutuo, de tener una plataforma sana para dialogar cara a cara, de comer y celebrar juntos, etc. Es en esa dinámica que podemos practicar el amor sincero y usar los dones que Dios le ha dado a cada uno para bendecir al prójimo. A la hora de la verdad nos necesitamos los unos a los otros. Hay muchas citas bíblicas que hablan de las dinámicas de los unos para con los otros (Mr.1:16-18 / Mt.4:19 / Mt.9:35-36 / Mt.9:10-11 / Mt.11:19 / Lc.15:1-2 / Lc.19:7 / Rom.12 / 1Cor.12 / Hch.2:42-47).

Es muy probable que la iglesia tenga que repensar/reconsiderar cuáles son las maneras y dinámicas efectivas, culturalmente apropiadas que deberían ser ofrecidas y practicadas para obtener el resultado de un ambiente de crecimiento como nos lo pinta el capítulo 2 del libro de los Hechos, y que impacte a todas las generaciones para una vida que marca la diferencia.
.
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario