sábado, 9 de junio de 2018

Los sufrimientos y las tragedias nos instan a vivir una vida ordenada


"En esa misma ocasión había allí algunos que le contaron acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con la de sus sacrificios. Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos eran más  pecadores que todos los demás galileos, porque sufrieron esto? Os digo que no; al contrario, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. ¿O pensáis que aquellos dieciocho, sobre los que cayó la torre en Siloé y los mató, eran más deudores que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo que no; al contrario, si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente" 
(Lc.13:1-5) LBLA

Algunos piensan que algunos sufren porque son más grandes pecadores o porque no tienen suficiente fe. Hay quienes llegan a pensar que eso es la verdad y pueden caer entonces en grandes sentimientos de condenación y de vergüenza. La verdad es que no sabemos siempre por qué estamos sufriendo. Sin embargo, es cierto que la Biblia nos da algunas razones generales de las razones del sufrimiento y su propósito.

En el relato que encontramos en Lucas 13:1-5 leemos de dos episodios en el que cierta gente sufrió:

  • el primero tiene que ver con un asesinato, es en realidad una masacre perpetuada por parte de Pilato. Él asesinó a algunas personas que estaban ofreciendo sacrificios en el templo y mezcló así su sangre con los sacrificios. No sabemos con exactitud quienes eran esos galileos - ¿eran revolucionarios que se oponían al sistema, eran ladrones, era gente que no quería pagar los impuestos al reino romano, eran religiosos, eran personas comunes y corrientes? No lo sabemos. Este episodio es lo que podemos llamar una atrocidad cometida por humanos, más específicamente por un gobierno.
  • el segundo episodio es un accidente, una calamidad - la torre de Siloé cayó sobre 18 personas y las mata. Estas personas pueden haber estado construyendo o reparando la torre - estaban siguiendo sus labores.

A veces tendemos a pensar que si algo así le pasa a una gente es porque debieron haber hecho algo terrible o cometido un pecado 'horrible'. Conectamos entonces inmediatamente el pecado con el sufrimiento. La respuesta de Jesús es clara: estos que sufrieron no son peores que el resto del mundo, y el resto del mundo no es mejor que los que sufrieron estas cosas. Tampoco es correcto pensar que de acuerdo a los pecados o el tipo de pecado que haya cometido una persona, ésta entonces sufrirá más o menos. Si el sufrimiento dependiera de nuestros pecados, entonces ninguno estaría vivo (Mt.7:4 / Hch.28:4 / Rom.3:10-18,23 / Rom.6:23 / Rom.8:6)

Jesús aclara enfáticamente que si nosotros los que aun vivimos y quienes no estamos actualmente viviendo esos sufrimientos o tragedias no nos arrepentimos de nuestros pecados, entonces igualmente vamos a perecer (ser destruidos totalmente, caer en la ruina). Todos somos pecadores y merecemos la muerte (Rom.6:13). Por eso debemos estar muy prestos a buscar el arrepentimiento mientras vivamos, mientras haya oportunidad - Dios nos ha dado tiempo adicional para poner las cosas en orden. El único camino para escapar de la perdición es el arrepentimiento (Hch.2:38 / Hch.3:19 / Hch.8:22 / Hch.17:30).
No necesariamente se dice que vamos a experimentar los mismos sufrimientos como los mencionados en estas historias, pero al final de la vida sí perderemos todo si no nos arrepentimos de nuestros pecados.

Cada vez que vemos sufrimiento o tragedias debemos recordar que lo mismo me puede pasar en cualquier momento y que por eso debo apurarme a auto-examinarme y en caso dado a arrepentirme de mis pecados y vivir una vida ordenada en Dios. 
Es terrible si vivo sufrimientos o si veo a alguien sufrir y eso no me lleva a examinarme y a buscar a Dios de todo corazón (Apoc.16:8-11). De nada sirve señalar a otros y no hacer un sincero auto-examen (Mt.7:4).

Los sufrimientos humanos (si los vivimos, vemos o si escuchamos de ellos) nos convocan a buscar a Dios en todo momento, a arrepentirnos de nuestros pecados, a vivir una vida ordenada delante de Dios recordando que todos podemos sufrir y experimentar cosas similares o peores.

Citas adicionales para considerar: 1Pe.4:17-18 / Job 22:5-16 / Jn.9:2 / Hch.28:4 / Lc.19:42-44 / Mt.23:35-38

APLICACIÓN:
¿Alguna vez ha sufrido o visto, escuchado de tragedias y de sufrimientos y te han llevado a revisar su propia vida? ¿Te ha llevado esta revisión de vida a arrepentirse de algo? Explique
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