sábado, 7 de enero de 2017

Cómo estudiar la Biblia

“Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones; sino que se deleitan en la ley del SEÑOR meditando en ella día y noche. Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo. Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen” (Sal.1:1-3) NTV

Sal.119:11,15,97-99 / Jos.1:8 / 1Tim.4:13-15 / Dt.17:19 / Prov.2:1-5 / Mt.13:51-52 / Jn.5:39 / Hch.17:11 / 2Tim.2:15-17

La Biblia es el libro más leído en toda la historia. La Biblia no es un libro como muchos otros, tampoco es mera historia o una gran obra de literatura. La Biblia fue escrita para que podamos conocer a Dios y Su voluntad. Ella también es poderosa porque quien abraza el mensaje de Dios para los seres humanos experimenta transformación de su vida y un cambio de corazón. La Biblia nos fue dada para que la leamos, para que meditemos en ella y para que obedezcamos los mandamientos de Dios para así vivir una vida que agrada al Rey y que nos hace aptos para toda buena obra (2Tim.3:14-17 / 2Tim.4:1-5).


 ¿Por qué estudiar la Biblia?


La Biblia es la Palabra de Dios escrita en las palabras de hombres que vivieron en tiempos y lugares específicos en la historia. Por lo tanto, comprender lo escrito requiere estudio y meditación. Entender, tanto como sea posible, la vida y los tiempos del autor que escribió el pasaje de la Escritura es clave para captar lo que la Biblia nos quiere decir. Igualmente tenemos que hacer el esfuerzo por entender el mensaje que trató de comunicar el escritor en su tiempo y así entender su aplicación para nosotros hoy día.
Al estudiar la Biblia inteligentemente y de corazón vamos a experimentar las siguientes cosas:
  • Crecimiento en el conocimiento de Dios y de la Verdad. El principal propósito de la Biblia es revelar a Dios a los hombres, conocer a Jesucristo y obtener vida eterna (Jn.14:9 / Jn.1:1s / Jn.5:39 /2Tim.3:16).
  • Creceremos en el conocimiento de nosotros mismos. Otro propósito de la Biblia es mostrarle al hombre la necesidad que tiene de experimentar una relación con su Creador y Dios. La Biblia revela los continuos fracasos del hombre y muestra claramente que no puede vivir separado de Dios (Rom.3:10.20.23 / Jer.17:9 / Rom.6:23).
  • La Biblia nos muestra el camino de salvación y de cómo poder encontrar a Dios y reconciliarnos con El (Jn.14:6 / Hch.4:12 / Hch.16:30,31 / Rom.10:9-10 / Jn.3:7).
  • La Palabra de Dios es el arma que Dios nos ha dado para resistir y derrotar al diablo. Es la herramienta para vencer cualquier tentación (Mt.4:4-10 / Ef.6:17 / Hebr.4:12).
  • Es la herramienta para predicar y enseñar las verdades de Dios (2Tim.3:16-17 / Hebr.4:12 / 1Cor.2:4-5). Igual, nos suministra elementos para defender nuestra fe (1Pe.3:15). Ella aumenta nuestra fe (Rom.10:17) y nos ayuda a vivir una vida que marca la diferencia limpiándonos de nuestros pecados (Jn.15:3 / Gal.5:22-23). El conocer la verdad nos hace libres de verdad (Jn.8:32).
  • Además, la Biblia nos muestra la manera cómo podemos crecer en la relación con Dios y con el prójimo (1Cor.1:30 / Ef.4:1s / Sal.1:1-3 / Sal-119:9 / 1Pe.2:1-3). La Biblia nos ayuda a encontrar paz y gozo (Sal.119:165 / Is.23:6 / Jer.15:16). Nos asiste en la toma de decisiones sabias (Sal.119:105). Ella nos provee sabiduría para prosperar en la vida (Jos.1:8 / Sal.1:1-3 / Hebr.4:12-16).

¿Cómo proceder en el estudio de la Biblia?


El siguiente procedimiento representa una aproximación general al estudiar un pasaje de la Escritura.

Agende tiempos para estudiar la Biblia
Determine cuándo y dónde va a estudiar la Biblia. Haga planes firmes y no deje este asunto a la suerte o a momentos en los cuales tiene las ganas para estudiar. Haga del estudio de la Biblia un hábito, así como lo tiene con la comida. Algunas personas prefieren las horas de la mañana, otros eligen estudiar por la noche – estudie y medite en la Biblia a diario. Planee también tener tiempos adicionales prolongados para el estudio de la Biblia.

Ore

Ore por la iluminación del Espíritu Santo (Sal.119:18 / 1Cor.2:10-14). La ayuda del Espíritu Santo es esencial, siendo Él el autor fundamental de las Escrituras y como creyentes hemos “recibido el Espíritu que proviene de Dios para que sepamos lo que Dios nos ha concedido” (1Cor.2:12).

La Biblia

Si es posible utilice una buena traducción de la Biblia con divisiones en párrafos. Para el estudio de la Biblia es recomendable tener lista una Biblia de estudio como también una versión diferente para poder comparar las traducciones.

Lea y vuelva a leer

La Biblia es la carta más importante que jamás haya recibido y pueda recibir – ella es el mensaje que el Dios lleno de amor le ha enviado para salvarle y hacer de usted una mejor persona que glorifica a su Creador. La clave para un estudio efectivo y un claro entendimiento de lo que la Biblia nos dice es aprender a leer. Lea libros enteros y léalos varias veces. Lea los versículos en su contexto – lea el capítulo que rodea cada versículo. Trate de captar el retrato completo.


Principios básicos para el estudio inductivo/directo de la Biblia

Haga preguntas

Aprenda a hacer las preguntas correctas; preguntas sobre el contexto y preguntas sobre el contenido. Preguntas sobre la historia, las personas, las acciones, las reacciones, el contexto, el contenido, etc.
  • Contexto Histórico: ¿Cuál es el cuadro histórico del momento? ¿Quién escribió el pasaje? ¿Cuándo se escribió? ¿Por qué se escribió?               ¿A quién se escribió?     ¿Cuál es la ubicación del escritor? ¿Cuál es la ubicación de los lectores? ¿Cuál es la ubicación de los eventos? ¿Qué detalles geográficos, políticos o culturales son importantes para el pasaje.
  • Contexto Bíblico: ¿Cuál es la ubicación en la Biblia? ¿En qué sección de la Biblia se ubica el libro en el cual se encuentra el pasaje? ¿En qué sección del libro se encuentra el pasaje? ¿Qué versículos se encuentran inmediatamente antes y después del pasaje?  Trace la línea de pensamiento del autor. ¿Cuál es el sentido del pasaje?
  • El contenido: Haga cuatro preguntas claves:
    • Observe: ¿Qué dice el pasaje? Observe y mire lo que se ha escrito. Lea el pasaje cuidadosamente, tantas veces como sea posible, observando solo los detalles. Lea con un lápiz o lapicero en la mano: subraye, coloque círculos, relacione. Escriba sus observaciones. ¡Lea, lea, lea! ¡Escriba, escriba, escriba! Descubra el significado inicial de lo que el escritor trata de comunicar.
      • Observe los hechos: ¿Quiénes son los personajes involucrados? ¿Qué está sucediendo? ¿Dónde ocurren los eventos? ¿Cuándo ocurren los eventos? ¿Por qué ocurren los eventos? ¿Cómo suceden los eventos?
      • Observe el tono: ¿Qué clase de literatura está leyendo? (historia, relato, parábola, poesía, etc.). ¿Cuál es el sentir o ánimo del pasaje? (serio, alegre, triste, intrascendente, etc.).
      • Observe el tema: ¿Cuáles son los puntos clave del pasaje? Coloque un título corto a cada uno de los pasajes.  ¿Hay un versículo clave? Escríbalo. ¿Cuál es la idea principal en cada párrafo? Escriba cada una en sus propias palabras.
      • Observe las palabras: ¿Qué palabras se repiten? ¿Cuáles son los sustantivos claves? ¿Cuáles son los verbos claves? ¿En qué tiempo están?
      • Observe las relaciones gramaticales: ¿Cuáles son las preposiciones y conjunciones claves? ¿Cómo se relacionan entre sí las palabras y las oraciones? Mire causa y efecto, progresiones, contrastes, etc.
    • Interprete: ¿Qué significa el pasaje? Aprenda lo que el autor trató de decir en su contexto histórico del momento. Hágase muchas preguntas. Subraye sus descubrimientos.
      • Haga preguntas interpretativas: ¿Qué dijo el autor...? ¿Cuál es el significado de...? ¿Cuál es el sentido de...? ¿Cuál es la implicación de...? ¿Cuál es la relación entre...? ¿Hay progresión de idea en el pasaje?
      • Investigación interpretativa: Defina las palabras claves.  Compare traducciones de la Biblia si es posible.  Busque descubrir significados. Ore y medite.
      • Consulta interpretativa: Utilice diccionarios bíblicos, enciclopedias, referencias, atlas y comentarios para confirmar y complementar su estudio.
      • Conclusiones interpretativas: Escriba todas sus conclusiones en algún tipo de resumen que pueda utilizar.
        • Extienda su bosquejo original para incluir sus descubrimientos.
        • Resuma su estudio en párrafos cortos que formen un comentario conciso.
        • Observe todo el panorama colocando el pasaje en un cuadro vertical u horizontal.
    • Correlacione: ¿Cómo se relaciona este pasaje con otros pasajes de la Escritura? Relacione este pasaje con otros pasajes y temas o doctrinas principales de la Escritura para confirmar, ajustar o equilibrar la interpretación descubierta.
      • Compare las referencias buscando palabras claves.
      • Compare las referencias buscando frases o ideas que virtualmente digan la misma cosa.
      • Compare pasajes del Antiguo Testamento citados en el Nuevo Testamento.
      • Compare la idea principal con otras Escrituras que tengan la misma idea principal.
      • Compare los eventos/ historias del Antiguo Testamento citados en el Nuevo Testamento, así como también los relatos paralelos en Reyes y Crónicas y relatos paralelos en los cuatro Evangelios.
      • Compare el pasaje con afirmaciones o ejemplos que contrastan en las Escrituras.
      • Compare el tema de su pasaje con un buen libro de teología para lograr un entendimiento de las implicaciones doctrinales de su texto.
    • Aplicación: ¿Cómo se aplican hoy en día las verdades de este pasaje? Viva la verdad. La Biblia está diseñada con el fin de equiparnos para toda buena obra enseñándonos, redarguyéndonos, corrigiéndonos e instruyéndonos en una vida recta (2Tim.3:16-17). Poner la verdad en práctica es la clave. Así que busque aplicar las verdades a su propia vida y situación y luego descubra cómo compartirlas con otros.
      • Evalúe cuáles son las verdades eternamente aplicables encontradas en las ilustraciones y prácticas limitadas por el tiempo.
      • Identifique claramente los ejemplos a seguir, los mandamientos a obedecer, los errores a evitar, los pecados a abandonar, las promesas a reclamar, los principios para vivir.
      • En oración medite sobre lo que el pasaje le sugiere ser o hacer como un discípulo obediente. Pregúntese: ¿Cuál es mi actitud hacia Dios, hacia mí mismo y hacia otros, tales como mi familia, mis asociados, mi empleador, mis empleados, etc.?
      • Pregúntese también: ¿Dónde estoy ahora en esta área de mi vida? ¿Qué pasos prácticos debo tomar para convertirme en lo que la Palabra de Dios dice que debo ser?
      • Haga claridad de lo que enseña el pasaje relacionado con lo que debe creer concerniente a Dios, Jesucristo, la fe, el pecado, la salvación, etc.
      • Pregúntese: Mientras aprendo a creer y vivir estas verdades, ¿Con quién debo compartirlas? Ore y medite sobre cómo puede usted comunicar a otros lo que ha aprendido y vivido.

“Me has oído enseñar verdades, que han sido confirmadas por muchos testigos confiables. Ahora enseña estas verdades a otras personas dignas de confianza que estén capacitadas para transmitirlas a otros” (2Tim.2:2) NTV.
.
.

No hay comentarios:

Publicar un comentario