viernes, 2 de enero de 2015

El servidor y el precio que debe pagar



Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús. Aunque era Dios, no consideró que el ser igual a Dios fuera algo a lo cual aferrarse. En cambio, renunció a sus privilegios divinos; adoptó la humilde posición de un esclavo y nació como un ser humano. Cuando apareció en forma de hombre, se humilló a sí mismo en obediencia a Dios y murió en una cruz como morían los criminales’ (Filp.2:5-8) NTV

(Sal.40:6-8 / Hebr.10:7-9)

Jesús mismo nunca pidió algo de sus discípulos que Él mismo no haya hecho. Jesús pagó un precio alto, no solo al venir a este mundo dejando el cielo, sino en todo su recorrido sobre la tierra. Él estaba enfocado en hacer la voluntad de Su Padre y finalmente murió en la cruz en total obediencia a Dios para así abrir el camino de la vida para aquellos que estaban perdidos en el pecado, que se iban a arrepentir y creer en El (Lc.22:42 / Jn.6:38 / Hebr.10:7-10).



Jesús nunca llamó a alguien a ser Su discípulo bajo falsas pretensiones o bajo promesas engañosas. Él expuso claramente las condiciones y los beneficios de ser Su discípulo. Jesús nunca dijo que seguirle a Él iba a ser un camino fácil. La gente prefiere buscar el camino fácil de la vida, pero este camino no existe. Alguien dijo: Solo hay un camino a la vida. Ese camino termina al otro lado de la tumba vacía y no podemos llegar allá sin haber pasado por la cruz.
Jesús llegó a ser muy directo con sus discípulos y les dijo, que si ellos querían ver y experimentar la vida abundante que Dios ofrece, entonces el seguidor de Cristo debe renunciar a su yo y seguir a Cristo comprometidamente (Mt.16:21-28 / Mr.8:34-35).
  • Notemos lo que dice Jesús en Mr.8:34-35: ‘Entonces llamó a la multitud para que se uniera a los discípulos, y dijo: «Si alguno de ustedes quiere ser mi seguidor, tiene que abandonar su manera egoísta de vivir, tomar su cruz y seguirme. Si tratas de aferrarte a la vida, la perderás; pero, si entregas tu vida por mi causa y por causa de la Buena Noticia, la salvarás’ (NTV). Jesús reconoce nuestra libertad de decidir. 
  • El joven rico oyó el llamado a seguirle a Él, pero decidió alejarse de Jesús. El joven tuvo la oportunidad de medir los costos y posiblemente le pareció muy costoso el asunto (Mr.10:17-22).
  • Jesús dijo claramente que el que le quiere seguir a Él debe calcular bien los costos (Lc.14:28). Jesús quiere que entendamos a dónde es que nos lleva el seguirle a Él.

Ejemplos de gente que por seguir a Dios tuvieron que dejar:


  •    “... Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre,...” (Gn.12:1s). Muchas veces no queremos dejar un ambiente que nos ha dado cierta seguridad (casa, país, iglesia, familia). En ese ambiente encontramos lo conocido, lo rutinario. Vemos en el caso de Abraham quien tuvo que dejar su tierra para poder movilizarse hacia la tierra prometida.
  •  Los primeros discípulos dejaron todo para poder seguir a Cristo (Lc.5:11). Seguir a Jesús significa renunciar a ciertas seguridades y en ciertos casos a gente apreciada y amada (Lc.9:59-62). 
  •  Jesús mismo dejó el cielo para venir a esta tierra y morir por los pecadores y así recuperar Sus tesoros (Jn.3:16). Además vemos como deja Jesús a los discípulos por un rato para poder orar por un tiempo sin ser estorbado (Mr.6:46). 
  •  El joven rico fue confrontado con esta realidad de soltar algo para poder recibir lo mejor – la vida eterna (Mt.19:21-26). Jesús mismo dice que el que no renuncia a todo lo que posee, no puede ser su discípulo (Lc.14:33). Dejar es la marca de un discípulo. 
  •  Rut dejó atrás su tierra, su gente, su Dios para dedicarse con resolución al Dios vivo y al pueblo de Dios. A raíz de este soltar, Rut llega a ser parte de la genealogía del Mesías. Más tarde en su vida experimenta la guía de Dios y muchas bendiciones. Ella llega a ser una héroe (Rut 1:16-17).

 

ASIMILANDO (2Tim.3:16-17)
(Escriba sus respuestas a continuación y úselas para el diálogo en un grupo pequeño de estudio bíblico)


¿Qué lecciones aprendió durante este estudio?

 
¿Qué pasos debe tomar para corregir un comportamiento equivocado o un mal hábito? Sea específico.

 
¿Cuáles retos cree usted que va a encontrar en la aplicación de esta lección en su vida y ministerio?

 
Anote a continuación una petición de oración. Permita que el grupo ore por usted.


CAPACITAR Y PREPARAR (2Tim.3:16-17)

Comparta con una persona lo aprendido en esta lección.
¿A quién le compartirá? ¿Cuándo le compartirá?

 
REPORTE en la siguiente reunión: ¿Cómo le fue? ¿Qué preguntas surgieron? ¿Cuál fue la reacción / respuesta de la gente?
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