lunes, 10 de febrero de 2020

el servidor reflexiona (2Tim.2:1-7)

"Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo  Jesús. Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos,  encomiéndalo a creyentes dignos de confianza, que a su vez estén  capacitados para enseñar a otros. Comparte nuestros sufrimientos, como buen soldado de Cristo  Jesús. Ningún soldado que quiera agradar a su superior se enreda en cuestiones civiles. Así mismo, el atleta no recibe la corona de vencedor si no  compite según el reglamento. El labrador que trabaja duro tiene derecho a recibir primero  parte de la cosecha. Reflexiona en lo que te digo, y el Señor te dará una mayor comprensión de todo esto" (2Tim.2:1-7) NVI

El ministro y sus meditaciones (2Tim.2:7)

Pablo nos acaba de decir que un líder debe fortalecerse en la gracia, debe invertir en la vida de otros líderes; debe estar listo para sufrir penalidades; debe luchar como buen soldado concentrado/enfocado; debe correr la carrera como un atleta que corre con integridad, no usando trampas; y trabajar con dedicación como lo hace un buen labrador (agricultor).

Todas estas recomendaciones le ayudan al ministro a cumplir la tarea encomendad, y le ayudan a seguir con paciencia en la obra a la que ha sido llamado. Sobre estos asuntos debe un ministro reflexionar y permitir que Dios le aclare lo que estas verdades significan para su diario vivir y para su ministerio. Pablo creía que estas ilustraciones podían ayudar y animar a Timoteo en su ministerio. Es por eso que le hace el llamado a reflexionar sobre las cosas que Pablo le acaba de escribir.

Reflexione:

  • Esta no es la primera vez que Pablo le hace este llamado a Timoteo (1Tim.4:15). La  idea es la de ejercitar la mente, observar, pensar (Diccionario Strongs). Este llamado no lo hace solamente el apóstol Pablo, a través de toda la Biblia leemos de este llamado (Dt.4:39 / Prov.24:32 / Hebr.3:1 / Hebr.7:4 / Hebr.12:3).
    • Es obvio que las verdades de la Biblia deben ser consideradas, hay que reflexionar sobre ellas para así entender su profundidad y su aplicación a la vida y al ministerio. Todo líder debe hacer de la reflexión un ejercicio personal para así crecer en entendimiento de las verdades divinas.
    • Los creyentes son personas que reflexionan. No solamente leen por cumplir con un plan de lectura. Ellos leen y reflexionan para entender las verdades espirituales. El entendimiento no nos llega por medios misteriosos o mágicos. Hay un trabajo que cumplir: reflexionar.
    • El libro de Proverbios nos hace un llamado similar: "Hijo mío, si haces tuyas mis palabras y atesoras mis mandamientos; si tu oído inclinas hacia la sabiduría y de corazón te entregas a  la inteligencia; si llamas a la inteligencia y pides discernimiento; si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido, entonces comprenderás el temor del SEÑOR y hallarás el conocimiento de Dios. Porque el SEÑOR da la sabiduría; conocimiento y ciencia brotan  de sus labios" (Prov.2:1-6) NVI.
  • El consejo a reflexionar que da el apóstol Pablo a Timoteo suena muy similar al consejo que Dios le dio a Josué cuando éste asume el liderazgo sobre el pueblo de Israel (Jos.1:6-9). El éxito de Josué estaba directamente relacionado con su actitud frente a la Palabra de Dios. La primera recomendación que Dios le dio a Josué al recibir el mando sobre el pueblo de Israel fue la de meditar y cumplir toda la ley de Dios (Jos.1:1-9): "Este Libro de la Ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito. Porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito" (Jos.1:8 NBLH).
    • "Este libro de la ley no se apartará de tu boca": En tiempos antiguos la Palabra era leída en voz alta como ayuda para poder ser memorizada. A esa práctica es que se está haciendo alusión en este versículo. (Dt.6:6-9).
    • "Meditar": Recitarla en voz baja. (Sal.1:1-3 / Sal.119:11.15.99 / Prov.2:1-5 /  Col.3:16 / 2Tim.3:16).
    • "Cuides de hacer todo": requiere de atención intencionada para hacer y cumplir lo que dice la Palabra de Dios (Dt.5:29-33 / Mt.7:21-24 / Lc.11:28 /  Jn.13:17 / Jn.14:21 / Stg.1:22-25).
    • La prosperidad y el éxito de un líder y de todo creyente radica en su relación con la  Palabra de Dios. Todo líder debe aprender a reflexionar en las verdades de la Biblia para así entender el significado de las mismas, poder aplicarlas a la vida y al ministerio, tener convicciones basadas en la Biblia, poder hablar de ellas con seguridad y consecuentemente tener éxito en la obra (Sal.1:1-3 / 2Tim.3:14-17 / 2Tim.4:1-5).
    • Una y otra vez vemos que Josué cumplía la Palabra de Dios, la recordaba y la enseñaba a sus seguidores (Jos.1:12-15 / Jos8:30-35 / Jos.11:15 / Jos.23:6.14-16).

Las palabras de la Biblia son palabras vivas, llenas de sabiduría, pero empacadas en palabras humanas. Reflexionando acerca de las palabras de la Biblia es que podemos descubrir las riquezas espirituales que hay en ellas (Dt.6:7 / Sal.63:5-6). Especialmente los ejemplos usados por el apóstol en los versículos anteriores (2Tim.2:3-6) deben ser considerados, ya que contienen una fuerza inimaginable de ánimo, exhortación y de sabiduría para el ministerio.

El Señor te dará entendimiento:

La persona que busca entendimiento lo va a obtener de parte del Señor - es una promesa. El hombre se dedica a reflexionar y Dios le da el entendimiento. No se trata de solamente entender la Biblia intelectualmente, sino más bien por revelación de Dios. Pero lo uno no va separado de lo otro (Ef.1:17-18 /  Jn.16:13 / Jn.14:26).
Es necesario que Dios nos abra la mente para entender las verdades divinas (Lc.24:45). Podemos orar que Dios nos dé el correcto entendimiento de sus verdades (Ef.1:17-18 / Stg.1:5 / Stg.3:15). Aun el hombre más inteligente requiere de la revelación divina para entender los principios del reino de Dios.

En el proceso de la reflexión debemos recordar que Pablo le da a Timoteo algunas directrices:

  • Leer la Palabra de Dios. Ocúpate de la lectura de las Escrituras (1Tim.4:13).
  • Timoteo también debe esforzarse estudiando la Palabra de Dios (2Tim.2:15).
  • Y finalmente recordemos que nos acaba de animar a reflexionar en lo escrito en la Biblia (2Tim.2:7).

Es a través de la Verdad divina que experimentaremos la verdadera libertad (Jn.8:32). La Palabra de Dios es una mina de oro y vale la pena cualquier esfuerzo cavando por encontrar el buen oro (Sal.19:10). Si atesoramos la Palabra de Dios en nuestros corazones nos vamos a dar cuenta que ella nos es un freno poderoso para que no pequemos (Sal.119:11). La Palabra de Dios es la herramienta eficaz para todo ministerio de impacto (Hebr.4:12 /  Ef.6:12 / Is.55:10-11 / 2Tim.3:16). Es por esto que Pablo le dice más adelante a Timoteo: "Predica la Palabra; persiste en hacerlo, sea o no sea oportuno; corrige, reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar" (2Tim.4:2) NVI.

ASIMILANDO (2 Timoteo 3:16-17)

[1] ¿Qué lecciones aprendió durante este estudio? Anote máximo tres lecciones aprendidas. ¿Qué escuchó que Dios le impresionaba, hablaba durante esta sesión?

[2] ¿Qué pasos va a tomar para ejecutar lo aprendido? Sea específico. ¿Cómo y cuándo va a comenzar con la aplicación de las lecciones en su vida y ministerio? ¿A quién le va a rendir cuentas acerca del proceso de ejecución de las lecciones?

[3] ¿Cuáles desafíos cree usted que va a enfrentar en la aplicación de las lecciones en su vida y ministerio? ¿Qué cosas ve usted como favorables para la aplicación de las lecciones?

[4] ¿Con quién va a compartir lo aprendido en esta lección? ¿Cuándo le compartirá?

[5] Anote a continuación una petición de oración relacionada con la sesión y la lección. Comparta con otros su petición y permita que ellos oren con usted.
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