'Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre' (Hebr.13:8)
(NTV)
No es nada nuevo cuando se dice que vivimos en un mundo que
cambia constantemente y que además no es perfecto. A veces cambia más rápido de
lo que nos gusta - y no siempre cambia para bien. Sistemas, estructuras,
circunstancias externas, la tierra, el mundo entero - todo cambia. Igualmente
en el caso de los líderes y las personas (tanto en el mundo en general como en
la iglesia), estas vienen y van. Nosotros cambiamos - la vida tiene sus etapas,
nos envejecemos, la salud puede experimentar cambios drásticos. ¿Y quién puede
frenar todo esto, evitarlo o escapar de ello?