‘Pues ustedes saben que Dios pagó un rescate para salvarlos
de la vida vacía que heredaron de sus antepasados. Y el rescate que él pagó no
consistió simplemente en oro o plata sino que fue la preciosa sangre de Cristo,
el Cordero de Dios, que no tiene pecado ni mancha.
(1Pe.1:18-19) NTV
Jn.3:16 / Tit.2:14 / 1Pe.1:18-19 /
1Cor.6:20 / 1Cor.7:23
En estos días se oye frecuentemente de secuestros de personas. Ellas son
privadas de su libertad y en muchas ocasiones son sometidas a dolorosos
maltratos. También se oye de las negociaciones entre las partes involucradas y
a veces se pagan grandes sumas de dinero para que la persona secuestrada
recobre la tan apreciada libertad. Entonces se habla de un rescate.