Estamos de acuerdo, la muerte de Jesús es de suma importancia. Al estudiar la vida de
Jesús es maravilloso observar todo lo que El hizo durante Su ministerio en la
tierra: sanidades, liberaciones, dio de comer a los hambrientos, convirtió agua
en vino, caminó sobre las aguas y enseñó con autoridad la verdad de Dios. Pero
todo lo que hizo nunca hubiera sido suficiente, si no hubiera dado Su vida como
sacrificio para redención de los hombres (Mt.1:21 / 1Cor.15:3). Ninguna otra muerte puede darnos lo que nos da la muerte de Jesús. Su muerte cumplió con todos los requisitos divinos para redimir a la humanidad. Del correcto
entendimiento de la cruz de Cristo depende la salvación de las almas humanas
(Hebr.2:14):
- La Palabra de Dios nos enseña que el hombre está muerto espiritualmente por sus pecados y merece la muerte eterna (Rom.6:23). Jesús muere por los pecados de los hombres, mas no por Sus propios pecados (Is.53:5 / 1Pe.3:18 / 1Pe.2:24).
- Jesús cargó la culpa por los pecados de los hombres. Para poder liberar a los hombres de la culpa debía ocurrir un sacrificio que cumpliera con los requisitos divinos (Is.53:10).
- Jesús también es la propiciación para nuestros pecados (1Jn.4:10 / Rom.3:25) y nos redimió de la maldición de la ley (Gál.3:10,13).
- El sacrificio de Jesús es el puente para poder llegar al Padre (1Pe.3:18).Los resultados de la muerte de Jesús y que llegan a ser de beneficio para el hombre son: Salvación (Jn.12:32): La vida eterna (1Cor.15:21-22) / Reconciliación con Dios (Col.1:20-22) / Justificación (Rom.5:9 / 2Cor.5:21) / Entrada a la presencia de Dios (Hebr.10:19-20) / Bendiciones de toda clase (Rom.8:32 / 2Pe.1:3)
Pero cuando vemos a Jesús debemos ir más
allá de su muerte, debemos reconocer al resucitado quien venció la muerte y
quien da vida eterna. La siguiente ilustración muestra la triste realidad, de
que muchos solo conocen a Cristo en la cruz.
Cada
año miles de personas suben a una montaña en los Alpes en Italia pasando las
diferentes estaciones del vía crucis de Jesús para llegar a la cruz que está en
la cima. Un día un turista notó que había un pequeño camino que llevaba más
allá de la cruz. Este turista se esforzó abriéndose campo a través de la trocha
que estaba tapada con matorrales. Que sorpresa cuando se encuentra con otro
monumento que representaba la resurrección de Jesús. Ese monumento era ignorado
por todos. Las matas habían crecido y lo habían tapado. Todo el mundo iba
solamente hasta la cruz y ahí paraba. Muchos han llegado hasta la cruz y
conocen el sufrimiento y el dolor. Muy pocos han ido más allá de la cruz para
conocer el verdadero mensaje de la pascua. Ese es el mensaje de la pascua, la
resurrección de Cristo (Lavon
Brown, en James S. Hewett, Illustrations Unlimited. Wheaton: Tyndale House Publishers, Inc, 1988,
P.164).
La resurrección de Jesús es una de las dos
verdades claves de la doctrina cristiana. Si
Jesús solamente hubiera muerto y no hubiera resucitado, no habría esperanza
de una vida eterna en el cielo. Jesús simplemente hubiera sido un mártir y no
hubiera sido el Hijo de Dios (1Cor.15:3-4.14.17/ Rom.1:3-4 / Hch.1:21-22 /
Hch.17:18).
- La resurrección es la demostración del poder vivificador de Dios (Ef.1:19-20). Fue ese poder el que venció la muerte y el que ahora obra en nosotros los creyentes.
- La resurrección es la base de nuestra fe en Dios (1Pe.1:21). Al resucitar Dios a Jesús de entre los muertos tenemos evidencia de que Dios ha aceptado el sacrificio de Jesús por nuestros pecados y que Sus enseñanzas venían de Dios.
- Al creer en Jesús, en Su muerte y en Su resurrección, “nacemos de nuevo” (1Pe.1:3-4). El fue resucitado para nuestra justificación. Justificación significa que somos declarados justos y los creyentes en Jesucristo no experimentarán castigo alguno por sus pecados. Además el creyente tiene un Sumo Sacerdote que intercede por él (Hebr.7:25).
- La resurrección de Jesús de entre los muertos garantiza la resurrección de entre los muertos de todo creyente en Jesús (1Tes.4:14 / 2Cor.4:14 / Rom.8:11).
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